Desde que tengo uso de razón, para mi comer ha sido y es uno de los placeres que nos tiene reservados la vida. Conozco muchos restaurantes en la zona y sólo hablaré bien de todos y cada uno de ellos, pues en cada uno siempre encuentras un plato que los hace especiales, únicos y muy recordados. Hoy os comentaré que he comido en "Casa Regueiro" en Meirás (Valdoviño), y podré decir que su parrillada de pescados es maravillosa, pero sus almejas a la plancha hacen que las siga recordando todo el día. Eran unas almejas grandes (almeja femia o almeja fina) que estaban cocinadas a la plancha y parecía que te encontraras en medio del océano saboreando los manjares que Neptuno te había regalado. Su salsa hizo que en muchos años pudiera deleitarme con ese pan del país mojado en aquel maravilloso jugo. Aún por encima si cabe, el precio no fue abusivo, con lo que todo se tornó en felicidad.