“¿Se siente descuidado o falto de cariño y atención en el hogar? ¿Se siente atrapado en un matrimonio sin amor? ¿Está buscando más emoción en su vida amorosa? Si usted está buscando una ardiente aventura secreta o un encuentro ilícito breve, le podemos ayudar”. Así se anuncia la página web UndercoverLovers. Una web que promueve los intercambios sexuales entre personas casadas, comprometidas o con pareja. Lo que viene siendo una cana al aire, vaya.
Lamenta comunicarles- antes de que sus extremidades tecleen prestas esta web en Google- que es un portal británico. Y aunque siempre es una buena idea aquello de no meter la p*** donde se tiene la olla -por meros protocolos de seguridad y logística- esta olla, a su parecer, queda un pelín lejos. Pues bien. Esta web que se vanagloria de tener más de 100.000 usuarios reales dados de alta en su servicio ha hecho una encuesta reveladora a 3.000 miembros adúlteros –el lenguaje es maravilloso a veces, ¿no creen?- para concluir que poner los cuernos adelgaza. Pero mucho. Y ella, matándose en el gimnasio. Definitivamente, la vida es para cuatro.
El estudio del portal concluye que el 62% de las encuestadas que mantenía una relación ilícita perdió más de dos kilos y la mitad de los hombres perdió hasta cuatro como consecuencia del estrés que ocasionaba llevar, por un tiempo, una vida paralela. La explicación científica es que el estrés y la ansiedad que producen los encuentros “extraparejiles”, el miedo a ser descubiertos, aumentan el estrés y los niveles de cortisol en sangre, que aceleran el ritmo cardíaco, y pueden ayudar a quemar calorías. Por no hablar de la pérdida de apetito –no por verse en un hotel al mediodía y saltarse la otra vianda, que también- sino porque el estómago se cierra, según le han contado. Siempre fue una romántica. La otra cara de la moneda es que esta tensión puede por, un lado, atacar al sistema inmunitario y, lo que es peor, acarrear problemas cardíacos. Pues qué quieren que les diga. Un poco de acción no les matará. Peor sería morir fulminado por un ataque. De tedio, dice.