Una carta comercial suele ser la primera acción de venta a un posible cliente y sólo se dispone de 20 segundos para cautivar su atención. No vale practicar sin revisar un escrito, si lo que pretendemos es que sea leído.
Esta primera impresión es vital “si la información captada resulta interesante. Entonces seguimos leyendo”, he aquí algunos interesantes consejos sobre “Cómo escribir textos que vendan”.
- Corto en lugar de largo. Nuestro cerebro tiene la tendencia a ocuparse primero de la información que resulta fácil de valorar. Por ello, miramos primero las fotografías, al igual que el ojo valora las oraciones breves sin tener que detenerse mucho.
- Lo conocido y lo común. Cuando descubrimos algo conocido, nos sentimos más inclinados a prestar atención. Por eso casi todas la cartas publicitarias incluyen el nombre del destinatario: la palabra con la que más se identifica una persona.
- Ventajas y utilidades. Las ventajas para el lector son las utilidades que le puede reportar el producto/servicio. Por eso, más importante que enumerar sus características, es reflejar claramente las ventajas que le reportarán su uso.
- Despertar la curiosidad. Otro motivo de atracción: la curiosidad humana. Un factor que se usa mucho en los mailing con recursos como “rasca y gana”. Ahora, la solución no debe ser ni demasiado complicada ni tampoco demasiado obvia (¿de que color era el caballo blanco de Santiago?).
La psiquis nos dá pautas a seguir en la redacción de contenido para envair e-mailings. Como se puede comprobar, los consejos aquí descritos casi rayan lo evidente, tan solo tenemos que redactar contenido escribiendo siguiendo de forma relevante tu propia psicología de lectura, escribe en orden a como a tí te atraen otros escritos para leerlos.
Lee, y analiza, que es lo que tiene cada texto que lees que te atrae tanto como para leerlo completo. Esta es la base del éxito en el envío de e-mailings.