Muchos nos hemos preguntado alguna vez: ¿por qué mi memoria se ha degradado hasta niveles preocupantes? ó ¿el proceso es irreversible?.
¿Te suena esto? ¿Te ha ocurrido algo de esto alguna vez?
Tengo 47 años y dicen que a esta edad ya se empieza a notar ese “bajón” en la memoria. Pero no me doy por vencido. Tiene que haber un motivo de por qué pierdo memoria y hace unos meses comencé a investigarlo y a leer en muchas fuentes. Lo increíble es que encontré suficiente explicación de las causas que lo producen y, lo que es más importante, también de cómo contrarrestar esta degradación de memoria. Desde que pongo foco en mejorarla, con ciertas técnicas, he experimentado en los últimos meses una gran mejoría.
En este artículo quiero darte a conocer parte de esos remedios. Con lo que comento aquí vas a poder recuperar esa frescura de antaño en tu memoria, con lo que te va a ser fácil otra vez recordar datos como el nombre de esa persona que te encuentras por la calle, el nombre de ese actor tan famoso que no podías recordar, una canción casi olvidada, etc…
Antes, una breve explicación de qué es la memoria.
El proceso de la memoria se compone realmente de dos funciones:
1) Retentiva. Es la retención o grabación de una información. La información se retiene o graba en algún lugar. Se puede desarrollar fácilmente con entrenamiento.
2) Recuerdo. Es la recuperación posterior de dicha información.
Por favor sigue los siguientes pasos:
1. No te preocupes por el mal estado de tu memoria. Mejorará, pero no debes obsesionarte. Ya llegará.
2. Debes practicar la "alerta", el "darte cuenta de todo", el "estar consciente" para que tu memoria funcione más eficazmente. Tu retentiva mejorará.
La clave de todo está en ser consciente de lo que te rodea. ¡Sé consciente!. Nuestra mente divaga, “se va” y no estamos en lo que tenemos que estar. Cuanto más fugazmente pase una información por delante de ti, más débilmente la retienes. ¡evítalo! Repito una vez más ¡sé consciente!. Ser conciente es “darse cuenta”. Es algo que debes volver a hacer automáticamente, de forma natural y sin esfuerzo.
Cuando acabes de leer este artículo, quiero que te propongas hacer lo siguiente. Cuando mañana salgas a trabajar, o a la compra, o a hacer deporte, deberás estar atento a todas tus sensaciones y sentidos. Tranquilamente. Lo que oyes, el aire en tu rostro, tus pies al pisar el suelo, las caras de las personas que pasan a tu lado y lo que dicen. De vez en cuando lee el rótulo de un comercio. Pero léelo y sé consciente de lo que pone. No lo leas de forma “robótica, vacía”. Quiero que estés en este proceso al menos media hora. Y que este tiempo sea el que dediques cada día durante las próximas dos semanas, aproximadamente.
Puedes hacerlo mientras trabajas, mientras te duchas, mientras comes, mientras conduces. Como ves, no es un peligro ¡todo lo contrario!
Espero vuestros comentarios. Con mucho gusto los atenderé online y me ayudarán a mejorar mis artículos y daros la información que necesitéis