Así, profesores y padres a menudo pueden caracterizar a su alumno/hijo en cuanto a su comportamiento en relación con el aprendizaje escolar dentro de uno de estos perfiles:
- Aquellos que muestran déficit de atención pero que nunca han mostrado hiperactividad ni impulsividad. Suelen ser niños que se caracterizan por su lentitud e hipoactividad.
- Aquellos que muestran déficit de atención significativo y rasgos de hiperactividad e impulsividad leves bien porque nunca hayan presentado éstos síntomas de forma acusada o bien porque esta sintomatología ha remitido con la maduración como suele suceder en muchos adolescentes.
- Niños que manifiestan una conducta plenamente hiperactiva o impulsiva, dentro de los cuales se pueden hallar aquellos que no tienen en absoluto síntomas de déficit de atención o bien los que pasan desapercibidos porque compensan las dificultades que podría acarrear su déficit de atención con su capacidad intelectual; así como niños que realizan un gran esfuerzo para adaptarse al entorno, temen el fracaso pero luchan para no defraudar a los que le rodean.
- Niños que manifiestan los dos grupos de síntomas (trastorno del subtipo combinado): déficit de atención e hiperactividad e impulsividad
- Niños con TDAH y Trastorno Negativista Desafiante (niños con conducta claramente oposicionista).
- Niños con TDAH y conductas agresivas entre los que podríamos diferenciar: a)conducta agresiva proactiva (planificada, deliberada y dirigida a obtener un beneficio); b) agresividad reactiva (conductas agresivas defensivas, de carácter más impulsivo que se producen como una respuesta desmedida a lo que el niño interpreta como una provocación o un ataque).
- Niños con TDAH y otros diagnósticos asociados como dificultades de aprendizaje (Trastorno del cálculo, Trastorno de la Escritura, Trastorno de la Lectura) y/o Trastorno
de la Coordinación. - Niños con TDAH que presentan trastornos del estado de ánimo (depresión y/o ansiedad)
a) Niños que manifiestan falta de atención, no siguen las explicaciones, se pierden en la
lectura, olvidan los libros, no apuntan los deberes, pierden el material, etc. Es decir, niños con un importante problema de organización que repercute en su rendimiento académico. b) Niños que manifiestan, además de dificultades de atención, dificultades de aprendizaje específico que requieren tratamiento específico o que presentan un importante retraso por falta de base académica acumulada en cursos anteriores. c)Niños que manifiestan una gran hiperactividad e impulsividad pero sin actitud oposicionista. Estos niños necesitan moverse constantemente, parecen no escuchar pero en realidad siguen la clase. d)Niños además de hiperactividad, impulsividad y déficit de atención pero sin conducta oposicionista. Estos niños se meten en problemas por su falta de atención, parecen olvidar las normas aunque no desobedecen de forma deliberada, responden impulsivamente y no prevén las consecuencias de su comportamiento. Su conducta no es oposicionista. e)Niños que teniendo o no las características anteriores poseen una actitud oposicionista y desafiante ante los adultos. Niños que se preocupan más por llamar la atención de los adultos de forma negativa y que tienen serias dificultades para aceptar las normas. f)Niños que teniendo algunas de las características anteriores muestran una actitud emocionalmente afectada, tendencia al desánimo o a la ansiedad y que se muestran bloqueados o que se esfuerzan desmesuradamente por adaptarse a las demandas del entorno. Para poder ayudar a estos niños con su aprendizaje tanto en el aula como en casa, de una forma estructurada y coordinada; debemos tener en cuenta que estos subtipos darán lugar a diferentes grados de desadaptación, los cuales habrá que abordar siempre multidisciplinarmente (pediatra,neurólogo,psiquiatra infantil,maestras/os,psicopedagogas/os) y bajo un principio de acción educativa adaptada individualmente.No hay que olvidar que, independientemente del subtipo de dominancia, el TDAH dificulta enormemente la relación del niño con el entorno, su desarrollo personal y académico. Por ello, es necesario que profesores,padres y profesionales de apoyo trabajen coordinadamente para moderar el efecto desadaptativo y la aparición de otros posibles efectos como trastornos emocionales,fracaso escolar,rechazo social,etc. Una vez caracterizado el perfil del alumno, es necesario definir las áreas sobre las que debemos actuar: 1. El rendimiento: no termina las tareas, dificultades de organización, falta de base sin dificultades específicas de aprendizaje o con dificultades de aprendizaje específicas,etc. 2. La conducta: lentitud o exagerada hiperactividad motriz, conducta impulsiva, conducta oposicionista, conducta agresiva. 3. El estado emocional: dependencia emocional (necesidad de tener al profesor cerca como punto de referencia, llamadas de atención constantes, etc.), sentimientos de desesperanza, baja tolerancia al esfuerzo y baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, etc. 4. Las relaciones sociales: conducta aislada (juego en solitario), agresividad reactiva, agresividad preactiva, mal perder, deseo de control sobre los demás, falta de estrategias de relación social, dificultades en ponerse en el lugar del otro,etc. De entre las múltiples guías que se han editado con consejos para la práctica educativa diaria con este tipo de alumnos, a continuación presentamos un resumen de las pautas para adaptar la metodología de enseñanza y apoyo a los alumnos con TDAH que consideramos prioritarias:
- Utilizar en la medida de lo posible apoyos visuales y auditivos novedosos, si bien de eficacia contrastada.Se trata de motivar y apoya al alumno en su estilo de aprendizaje diferenciado, pero evitando la sobreestimulación.
- Favorecer la memorización, utilizando diversas técnicas específicas y oportunidades breves de repetición.
- Favorecer la calidad de las tareas más que la cantidad.Flexibilizar el tiempo en pruebas y exámenes.
- Promover la lectura en voz alta de tareas e instrucciones, así como la reflexión sistemática sobre las mismas para asegurar que las ha entendido.
- Estimular las autoinstrucciones y autorevisiones
- Fomentar un ambiente estructurado, con límites, normas y rutinas claras. Dejar claras,repetir cuantas veces sea necesario, y aplicar inmediatamente,las consecuencias de cada acción u omisión.
- Ayudar al equilibrio emocional del alumno, estimulándole a responsabilizarse de la valoración objetiva de sus errores, aunque sin hacerle sentir infravalorado o culpable. Proyectar expectativas de éxito futuro. Utilizar métodos que permitan que él visualice sus avances (permitir que compare un dictado o copia correcto actual con otro igual del pasado pero incorrecto, utilizando registros de mejora, etc.)
- Para aquellos niños que muestran falta de base, se puede subsanar con adaptaciones en el ritmo escolar: permitir que puedan trabajar en algo específico mientras los niños realizan otras tareas; limitar los deberes para casa y ofrecer pautas para que que los padres o profesores de apoyo dediquen tiempo con él a trabajar algún área retrasada.
- Para aquellos niños con déficits específicos: (a) solicitar ayuda especializada dentro o fuera del colegio; (b) si la ayuda se produce fuera del colegio, favorecer que se pueda realizar en el momento más propicio para el niño con el fin de no sobrecargarle (c) mantener el contacto con el especialista y realizar las adaptaciones oportunas en la exigencia en el colegio (por ejemplo, permitir no copiar los enunciados de los problemas de matemáticas en niños con disgrafía o permitir el uso de las tablas de multiplicar al realizar las operaciones mientras en casa se le
entrena en memorizarlas) - Para niños que tienen “fobia” a enfrentarse a las tareas escolares y que lo demuestran
con aparente pasotismo y aceptando el papel de “vagos”, para aquellos cuya falta de
atención aumenta de forma exagerada en determinado tipo de tareas, para los que
muestran gran ansiedad y tensión o aquellos que manifiestan claramente su
desesperanza e inseguridad. En estos casos el profesor debe emprender con paciencia
la ardua labor de enfrentar al niño a las tareas escolares impidiendo que se dispare su
ansiedad o que tire la toalla, mediante a)presentación de tareas en progresión de dificultad creciente b) dividir las tareas en partes y supervisar y felicitar por la realización de cada parte c) evaluar el trabajo realizado objetivamente, sin rebajar el nivel de exigencia, pero resaltando siempre los aspectos positivos - Tratar de evitar aquellas situaciones que el niño con TDAH no puede controlar. Por ejemplo, no dejarle mucho tiempo inactivo, evitar situaciones donde tenga que esperar o permanecer mucho tiempo quieto ya que en estos casos se dedicará a incordiar a sus compañeros.Favorecer válvulas de escape (hacer de encargado, asignarle pequeñas responsabilidades donde pueda moverse,etc.)