Comedero para pájaros ya terminado.
Hacer un comedero para pájaros a partir de una botella de refresco de plástico es un gran proyecto para realizar con niños y enseñarles el valor de reutilizar y reciclar. Una buena oportunidad para disfrutar haciéndolo y observar a los pájaros mientras se acercan a comer del comedero fabricado por uno mismo. Tardaréis unos 20 minutos y… ¡es prácticamente gratis!
Para hacer el comedero para pájaros necesitamos:
Materiales:
- Botella de refresco vacía de 1 o 2 litros.
- Ramitas de madera.
- Alambre o cordel.
Herramientas:
- Taladro.
- Barritas de madera.
Procedimiento:
- Quitar la etiqueta de la botella, lavarla bien y dejar secar.
- Con el taladro y una broca fina hacemos dos agujeros en la parte inferior de la botella para pasar un alambre o un cordel que usaremos para colgar la botella.
- Hacemos dos agujeros suficientemente grandes para introducer las ramitas de madera. Los hacemos en direcciones opuestas, de modo que se crucen entre ellas.
- Hacemos un agujero encima de cada ramita para que los pájaros puedan coger las semillas.
- Llenamos la mitad de la botella con una mezcla de semillas, colocamos el tapón y la colgamos en un árbol.
Al principio, es mejor llenar solo media botella. Eso hará que las semillas permanezcan frescas hasta que los pájaros encuentren el comedero que hemos fabricado de forma casera. Se puede ir probando diferentes tipos de comida para encontrar la que más éxito tiene en los pájaros locales de la zona. Así mismo, el comedero para pájaros se debe limpiar o reemplazar por uno nuevo cada cierto tiempo para evitar la propagación de enfermedades que afectan a vuestros comensales invitados.
Usa diferentes diseños con otros tipos de botella, colocando las perchas (palos) y agujeros del comedero para pájaros a distintas alturas para abarcar mayor tipo de especies que vengan a comer a tu jardín. Hay que encontrar un punto suficientemente bajito para que los niños vean bien a los pájaros cuando estos vayan a comer. Debemos tener paciencia al principio, ya que pueden necesitar unos días en encontrar el nuevo comedero. ¡Si somos pacientes, pronto les veremos revolotear y comer a su alrededor!