Ensayo de los bailarines
A propósito de los próximos carnavales, fiesta mayor del conjunto de los bolivianos, tan importante para la tradición, aunque una parte del país yazca sumido entre las aguas- resultado de las intensas lluvias de verano-, el resto de la población se alista para dar rienda suelta a su ‘alegría y jolgorio’. Vamos, que en estas fechas no vale la pena ni morirse, porque a nadie le importará. ¿o sí?.. La historia nos recuerda, que por celebrar los carnavales, perdimos una parte de nuestro territorio y el vital acceso al Océano Pacifico. ¡Ah Bolivia!, la ‘sucursal del Edén’ dicen algunos turistas extranjeros que se marchan fascinados por la belleza todavía agreste de nuestros paisajes naturales. Y cómo no, otros visitantes se quedan pasmados con la espectacularidad y diversidad de las danzas, resultado de la fusión de culturas que pueblan la nación. Decía en un post anterior que Bolivia es el país de las fiestas masivas, -truene, se caiga el cielo o el país se desmorone a pedazos- en verdad, nuestro folclore es riquísimo en tradiciones y representaciones artísticas, que la muestra más representativa de la cultura boliviana, el Carnaval de Oruro, ha sido declarado ‘Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad’, por la Unesco, galardón merecido a todas luces.Carnaval de Oruro, danza de La Diablada
Por otro lado, el apego excesivo de los bolivianos al folclore, viene aparejado por efectos adversos que de una u otra forman afectan a la vida cotidiana de la sociedad. Y es que la realidad es elocuente: Por todos los pueblos y ciudades de Bolivia, se reproducen a pequeña escala, infinidad de entradas o fiestas folclóricas, ya sea para celebrar aniversarios de fundación, festividades patronales o religiosas. Multiplíquese cada fiesta por cada santo patrón o virgen y luego por los meses y días del año y tendremos centenares de fiestas desperdigadas por todo el territorio. Antaño, las fiestas sólo se reducían a una vez por año, por cada pueblo o ciudad. Hoy, cada barrio o cada gremio celebra su fiesta, y lógicamente hace uso y abuso de las vías de tránsito, aún en días laborables, repercutiendo en el entorpecimiento del libre tránsito de los demás. Sabiamente en Brasil, se ha construido una especie de Sambódromo para celebrar su majestuoso carnaval, sin afectar en demasía a la ciudad de Rio de Janeiro. Algunas malas lenguas hablan de construir folclódromos en nuestro país, y razón no les falta sin duda. Y no he hablado de la consecuencia más funesta de estas fiestas: el consumo excesivo de alcohol y sus problemas derivados. Así como al boliviano medio, le ‘encanta’ marchar o protestar en la calle cuando le toca defender sus derechos o reivindicaciones, extrañamente deja de lado sus problemas y enfrentamientos para participar de las fiestas. En la antigua Grecia, las ciudades-estado suspendian sus rencillas y enfrentamientos mutuos cuando se celebraban los juegos de Olimpia. En Bolivia, nuestra paz olímpica viene representada por las entradas folclóricas de toda índole, de pronto cesan todas las protestas el dia que se celebra una fiesta cultural o religiosa. Curiosamente, a diferencia de las marchas callejeras que todo el mundo repudia, nadie se molesta si le cortan una calle por donde debe pasar una comparsa de bailarines. Así que, si usted es un boliviano con ganas de mover el cuerpo o un extranjero amante del folclore , he aqui algunos consejos a seguir si quiere participar activamente de una entrada folclórica.- Inscríbase ipso facto en una fraternidad, comparsa o asociación, no se sorprenda si le van a asaltar el bolsillo con el costo de la matricula, (recuerde que las academias de estudio o de fútbol también lo exigen, ¿por que no iban a hacerlo las fraternidades?).
- Acuda usted sin falta a todos los ensayos de su fraternidad, aunque ello signifique faltar a sus obligaciones familiares o académicas, (recuerde que es importante la interaccion social, quién sabe, podría hasta conocer a la mujer/hombre de su vida.
- No olvide memorizar, que cuando en plena demostración pública del baile, si algún reportero le entrevista, responda que baila por ‘fe y devoción a la Virgen’, aunque la sed le corroya las entrañas y las ampollas le revienten sus pies. (tenga en cuenta que deberá poseer la suficiente fuerza de voluntad y resistencia física para someterse a las maratónicas horas que implica todo el recorrido)
- Métase en la cabeza, el tópico de que tenemos ‘el mejor folclore del mundo’, aunque sus ojos hayan visto la opulencia de carnavales superiores como el de Venecia o el de Rio de Janeiro.
- Apréndase que el mejor grupo de música folclórica de Bolivia, son los Kjarkas y que además acudirá sin falta a sus eternos conciertos aniversarios de sus 38, 39, 40 o quién sabe cuántos más.
- Y si usted es próspero, no hay mejor manera de alcanzar reconocimiento o prestigio social que apadrinar o hacerse pasante de una fraternidad, aunque en ello arriesgue su fortuna. Pero el esfuerzo bien vale la pena, en el futuro podría lanzarse como candidato a una posible diputación o alcaldía.
- Y a diferencia de muchos bolivianos, siempre tendrá trabajo, mejor dicho, la ocasion para poner en práctica sus dotes de bailarin, desde las fiestas de barrio hasta las grandes fiestas de los pueblos y ciudades (recuerde que, ser bailarín de folclore es una de las profesiones ilustres de los bolivianos).