Ponerse enfermo en vacaciones es algo que nadie desea pero que por desgracia alguna vez en la vida acaba pasando. Y me duele en el alma decir que Isaac y yo hemos pasado por esta situación hace a penas unas semanas. Intentaré resumir la historia.
A finales de septiembre viajamos a la India para visitar a un amigo que hacía cuatro años que no veía. Como habíamos planeado el viaje con un año de antelación lo hicimos todo correctamente antes de viajar: nos vacunamos, contratamos un seguro de viaje, nos informamos de qué tipo de agua debíamos beber en nuestra estancia, nos prevenimos de la picada de los mosquitos, etc.
Aún así, toda precaución pareció ser poca. Al tercer día de estar en el país nos levantamos muy temprano para ir a ver el Taj Mahal, pero Isaac se despertó con mucha fiebre y decidimos aplazarlo. Aquel día nuestro amigo nos acompañó al hospital porque la fiebre era demasiado alta y no había manera humana de bajarla. Nos dijeron que tenía una fiebre viral, aunque también podría haber sido algo que hubiera ingerido.
Al día siguiente yo me desperté con fiebre y con una diarrea que yo no sé como la aguanté. Yo no tenía fiebre desde los 8 años o así, o sea que imaginaros como debería estar mi cuerpo en aquel momento. Total, que volvimos al hospital que yo a penas podía hablar y me recetaron antibióticos, probióticos y no sé qué hostias más. Al día siguiente la fiebre se me pasó e Isaac estaba mejorando bastante, pero yo continuaba yendo al baño cada dos por tres hasta el punto que volvimos al hospital, donde me dijeron que estaba altamente deshidratada. Aquél fue ya el punto de no retorno. Vimos que estábamos perdiendo los nervios y que necesitábamos estar en casa, porque ya no había manera de poder disfrutar de nuestras vacaciones. Compramos un vuelo de última hora para Düsseldorf y regresamos unos días antes de lo previsto.
No sufráis que ahora estamos bien. Solamente ha quedado como una muy mala experiencia.
Ponerse enfermo en vacaciones
Además de contaros cuál ha sido nuestra experiencia porque necesitaba sacar esto del pecho, quiero también explicaros qué tenéis que hacer en caso de que os pase algo parecido. Como yo vivo en Alemania y en el blog hablo sobre este tema, os explicaré como funcionan las cosas en este país y qué es lo que yo misma me he encontrado.
Tener contratado un seguro de viaje
Primero de todo, espero que hayáis contratado un seguro de viaje antes de viajar al extranjero, ya que de no ser así tendréis que pagar vosotros mismos la factura del hospital (que no es barata). Nosotros somos de la Techniker Krankenkasse (TK), que ofrece a sus clientes un seguro sanitario mundial por 10€ al año. Pero bueno, si tenéis contratada cualquier otra Krankenkasse podéis informaros hablando con ellos o simplemente contratar un seguro de viaje con el que os sintáis cómodos.
Teniendo contratado un seguro de salud internacional, tendréis que pagar el precio que cueste el tratamiento en el hospital y una vez en casa enviar la factura a vuestra aseguradora para que os devuelvan el importe.
Qué hacer al volver a Alemania
Lo primero que hicimos al volver a Alemania fue ir a un médico para que compruebe que todo esté correctamente. Fuimos directamente a la consulta donde nos pusieron las vacunas, desde donde nos enviaron a Tropenmedizin (urgencias de viaje) sin ningún documento oficial que lo corroborara. Error Fatal. Una vez llegamos al hospital nos pidieron el Überweisung (documento de transferencia) porque de lo contrario no podían atendernos o teníamos que pagar la consulta de nuestro bolsillo. Al final nos atendieron y no tuvimos que pagarlo, pero al cabo de unos días nos dimos cuenta que teníamos que enviar por fax la dichosa Überweisung si no queríamos pagar nosotros mismos unos análisis que nos hubieran costado un riñón. Y sí, hijos, sí, se tenía que enviar en fax. A veces olvido que en este país todavía viven en el siglo XX. Finalmente enviamos el documento a último momento y no hemos tenido que pagar nada. ¡Salvados por la campana!
Conclusión: si enfermáis en el extranjero, id directamente a vuestro médico de cabecera con Wartezeit (urgencias) y que os den ahí un Überweisung para el Tropenmedizin y listos. Que ya sabéis que los alemanes no se andan con chiquitas ante la burocracia y así os ahorraréis muchos dolores de cabeza.
Recuperar los días de vacaciones en el trabajo
Ya os comenté en este post sobre los derechos laborales en Alemania que en este país tienes derecho a que te devuelvan los días de vacaciones de haber estado enfermo y poder demostrarlo.
Para ello tenéis que hablar con el departamento de Recursos Humanos de vuestra empresa y ahí os indicarán exactamente los pasos que tenéis que seguir. Probablemente solo os puedan devolver los días concretos en los que habéis estado en el hospital, con lo que recuperar todas las vacaciones íntegramente es algo complicado. Aún así, merece la pena hablarlo con la empresa porque es algo muy habitual en este país y no parece que esté mal visto en la mayoría de empresas.
¿Habéis pasado alguna vez por una situación similar a la nuestra? Espero que ahora mismo estéis bien y que la experiencia no haya sido demasiado horrible!
Un abrazo y hasta la próxima.