Adaptado por: Don Cuco
Tal vez tienes un puesto importante en una gran empresa. Tus hijos acuden a una escuela privada y programan demasiadas actividades a los padres. Tu esposa acostumbra hacer eventos de caridad o acudir a ellos en la iglesia a la cual asisten.
Tienes el buen corazón de cubrir ausencias de tus compañeros de trabajo. Ayudas con labores pendientes de otros. Llevas trabajo a casa, convives con tus hijos pero trabajas muy tarde para sacar los pendientes que llevaste a casa.
Luce como si fueras súper héroe pero en realidad te sientes fatal con ese ritmo. ¿Cuál es tu problema? ¡No sabes decir NO!
Comparto contigo una serie de pasos sobre cómo decir que no para poder disfrutar tu propia vida y sacar adelante tus prioridades:
1: Conoce tus prioridades antes que nada: Debes saber en que quieres utilizar tu tiempo y hacia dónde quieres llegar en tu trabajo y tu vida personal. Teniendo bien claro esto podrás enfrentar los pasos que siguen
2.- Se agradecida con las personas por haber pensado en ti: Dale gracias a la persona que te invita o que te pide ayuda, por haber pensado en ti. Además hazle saber que te encantaría atender su invitación o ayudarle con su proyecto pero ya tienes planes para ese tiempo y fechas. Realmente no puedes cambiarlos. Estarás rechazando el evento, no desairando a la persona.
3.- Mantente firme ante la insistencia: Sin violar ninguna regla de cortesía, demuéstrale a la persona que puede ser tan insistente como quiera pero tú te mantendrás totalmente firme en tu decisión y esta es… NO
4.- Haz la negativa anticipadamente implícita: Esto es muy útil sobre todo cuando la solicitud viene de tu jefe inmediato o un familiar muy querido. Cuando la petición llegue podrás argumentar, muy fácilmente “ya te había dicho que….”
5.- Prepárate a perder algo: Normalmente las solicitudes de ayuda o invitaciones especiales son a cambio de algo. Pero no es una perdida, es una negociación. Si tú dices que no a algo, es porque prefieres hacer algo que tu consideras más importante para ti.
6.- Se valiente: Puede ser que pienses que decir NO es ser mal compañero o mal amigo. Tal vez te imaginas que “dejaste morir” a alguien o que no actuaste de acuerdo a las expectativas que tenían de ti. Quizá sea cierto, pero ese fue el precio que quisiste pagar para vivir tu propia vida. Y creo que vale muy bien la pena.
Si sigues esta sencilla rutina vas a sentir que la gente respeta tus fronteras, que eres más apreciado y respetado y cuando vengan con alguna solicitud o invitación será algo que tú en realidad estés dispuesto a hacer. Habrá una relación Ganar – Ganar
Así pues; ¿Estás dispuesto a seguir diciendo SI a todo?
Espero que tu respuesta sea NO
Basado en un Artículo de Harvard Business Review