La mayoría de los propietarios son gente responsable, que cuida de su propiedad y que se interesa en que el inquilino quede satisfecho y quiera regresar. Son gente a la que no asustan noticias como esta.
Pero hay otros propietarios que parece que están empeñados en conseguir estropear las vacaciones de la gente, a costa de no reinvertir ni un miserable euro en su propiedad. Por si tienen alguna duda me permito hacerles unas guasonas recomendaciones para joder un apartamento turístico a conciencia.
- Que impere el ahorro. No renueves las bombillas fundidas, en en el hipotético caso de que lo hagas compra las de 25 watios del chino más roñoso del barrio. Los inquilinos agradecen ese maravilloso e indescriptible momento en el que te levantas a orinar medio dormido a las 4 de la mañana, en una vivienda desconocida y te golpeas con objetos inexistentes. A la mañana siguiente es mejor decir que gritaste "Visca el Barça" en mitad de una peña de ultrasur que explicar tanto moratón.
- Cambia las mugrientaas cortinillas de ducha por una mampara de metacrilato de segunda mano. Antes, asegúrate de que sólo dejas 12 centímetros de separación entre el inodoro y la mampara. Eso hará mucho más fácil el uso del retrete, porque en el momento de que alguien lo quiera usar... se cagará en todos tus antepasados
- No te gastes ni un duro en renovar la cama. Deja ese somier estilo cazamariposas que fue testigo de las noches de lujuria de tu abuela y ponle encima el colchón de oferta del mundial de fútbol España'82. El inquilino siempre agradece que cuando le cobras un riñón por la estancia en el apartamento, sea literal y que vaya incluido un curso de fakir que le condenará a la hemodiálisis de por vida.
- Para envolver ese potro de torturas al que los inquilinos se refieren como la camadeloscojonesysuputamadre, a los 11 minutos de conocerla, puedes usar unas maravillosas sábanas que han criado pelotillas del tamaño de avellanas desde que se las regalaron a tu ahijado cuando hizo la primera comunión en Bulgaria y que dejó de usar cuando su esposa las quería prender fuego. Es un detallazo el poder contar pelotillas con los dedos de los pies cuando se pasan los efectos de los narcóticos que te permitieron dormir un rato en esa camadeloscojonesysuputamadre
- Peor suerte, si cabe, corren los que sacaron el palo más corto en el sorteo y tienen que dormir en el sofá-cama deforme en el que durmió durante una década Rufus, ese fiel San Bernardo, al que la vejez se llevó al paraíso de los canes; pero cuyo recuerdo está vivo en esos dos centímetros de pelo pardo que hay debajo de los cojines del sofá. Dormir ahí sólo es comparable a dormir en los brazos de un oso pardo.
- No es que al albañil se le ocurriera poner las baldosas más oscuras en las esquinas...es roña concentrada por el paso del tiempo. Antes de echarle ácido para limpiarlo habría que llamar a investigadores de patrimonio por si hay ruínas fenicias entre la mugre.
- No te gastes el dinero en poner un toldo, es una mala inversión, los hay incluso que después de aguantar tormentas, vendavales y temperaturas abrasadoras, durante veinte años se rajan. De modo que es mucho mejor que no lo pongas e instales un aparato de aire acondicionado estropeado para que no gasten electricidad. Eso sí, tú cobra como si fuera el del corte inglés, para que no sospechen, que el número de teléfono del servicio técnico es el de tu vecino, Paco el sordo-mudo.
- Ni se te ocurra gastarte 10 euros en el Ikea para poner una mesa de centro. Los inquilinos son unos desalmados y puede que terminen poniendo encima de ella una cerveza. En realidad lo que debes hacer es que el reciclaje forme parte de tu vida. No te limites a buscar mesas de centro por los contenedores de los hoteles, puedes aumentar tu búsqueda a cualquier contenedor y conseguir fabulosos muebles de cocina, de esos que de los que es imposible sacar el olor a basura ni incinerándolos con un lanzallamas del Africa Korps. Y si no queda más remedio mete el monolítico mueble de la abuela de formica en un salón de 8 metros cuadrados y medio. En cuanto los inquilinos se acostumbren al olor a nafatalina podrán apreciar en su justa medida tan singular monumento al mal gusto y tan cerca que podrán ver si en los agujeros vive una carcoma o una comunidad de ácaros.
- La visión ecológica no debe acabar con las bombillas de nulo consumo (fundidas), ni con los muebles del basurero. Es preciso dar una vuelta de llave más...en concreto la llave de paso del agua. Déjala casi cerrada, con ello no sólo conseguirás que los manirrotos de los huéspedes no gasten tan preciado fluido, si no que además les tendrás entretenidos durante horas buscando por cualquier recoveco la malditallavedepasoysuputamadre. Por no hablar de la indescriptible sensación de volver de la playa e intentar ducharte como un chorrito que te hará pedir a tus amigos que te meen para poder quitarte el jabón antes de que termine la gala de los Goya.
- Aplica las más recientes doctrinas de ahorro de energía. Dicen que las corrientes de convección en una casa ayudan a regular de forma natural la temperatura de la vivienda...Un cristal rajado de arriba abajo permitirá que haya una constante corriente de aire capaz de conseguir que se resfríe un oso polar. Además las ventanas de aluminio deformado imposibles de cerrar amenizarán las noches de insomnio al permitir oír hasta los eructos de las ladillas del portero de discoteca que hay siete plantas más abajo.
- La innovación arquitectónica es algo que los inquilinos agradecen sobremanera. Trata de conseguir que en la reforma que hagas para conseguir meter más gente en menos espacio la cocina y el cuarto de baño compartan 5 metros cuadrados. Esto fomentará nuevas conductas humanas. Por ejemplo ya no será necesario llevarte el marca al retrete para hacer más amenos esos ratos de soledad, ahora puedes dedicarte al arte culinario (por ejemplo hacer un par de huevos fritos) mientras plantas un pino. También recomiendo la refrescante sensación de abrir el frigorífico desde la ducha: se empapan los yogures, pero no es nada a cambio de poder tomarte una cerveza casi fresca mientras te aclaras el jabón ... total con ese chorrillo vas a tarder como cosa de media hora en librar tu piel del jabón, pues habrá que entrenerse en algo.
- Mantener los cables y los enchufes de cuando la corriente iba a 125 voltios es además de una acto de conservación del patrimonio histórico una forma de conseguir que la gente renueve sus aparatos electrónicos a base de chispazos, subidas de tensión, cortor circuitos. Además es una forma de conocer el estado de salud cadíaca al tener que soportar las taquicardias producidas por ese el susto que da el extraño olor a quemado que producen los cables cuando están a punto de arder.
- Puedes conseguir que la gente se sienta como si hubiera visitado Yellowstone sin necesidad de viajar a Estados Unidos. Para ello sólo tienes que dejar que las cañerías se vayan atorando de inmundicias de forma que llegue ese delicioso día en el que los que te pagaron una fortuna por el apartamento se levanten del potro de tortura (cama) con un olor todavía más desagradable que el de costumbre y noten como el ¿agua? les llega por el tobillo. Tras el primer susto podrán admirar un bonito geyser en mitad de la arqueta del baño. Será esa la última imagen que se lleven del apartamento, mientras regresan a su casa cuatro días antes.
Un último consejo para el sacrificado inquilino...no uses las cazuelas. Si la opinión que te merece el apartamento es que es una mierda...cabe la posibilidad de que el anterior inquilino haya dejado esa misma "opinión" en cualquier útil de cocina lo suficientemente profundo. Avisado estás.