El Blog Alternativo
Posted: 22 Mar 2018 01:57 AM PDT
La marihuana es un tema que está experimentando diferentes sentimientos en la sociedad actual. De ser un tema prohibido, casi tabú, ha pasado a situarse en una posición más tolerante en todo el mundo. De hecho, un síntoma de su cambio se ve reflejado en la proliferación de grow shopen diferentes ciudades españolas. Quizás, esa nueva visión del cannabis esté relacionada con una mayor visibilidad con respecto a la información sobre sus usos terapéuticos y aplicaciones en el ámbito médico.
El cannabis es una sustancia que tiene una larga tradición en Asia Oriental. Hace más de 8.000 años que se consumía en China, por ello, no es de extrañar que el consumo más frecuente y antiguo de la planta se sitúe en países orientales. A pesar de ello, la marihuana se ha extendido a lo largo de todo el planeta. Sin ir más lejos, en España sus consumidores se sitúan entre unos 50.000 y 100.000 actualmente, según cifras del Observatorio Español de Cannabis Medicinal. Un uso completamente enfocado al ámbito terapéutico, aunque de manera clandestina por la legislación vigente en el país.
El consumo medicinal de la planta se abre paso de manera lenta pero constante. En Europa, países como Alemania, Italia, Austria, Polonia, República Checa, Países Bajos, Croacia, Macedonia y Bélgica ya han aprobado legislaciones para legalizar su uso terapéutico. Por su parte, en Estados Unidos diferentes estados también han legalizado su consumo, aunque cada uno con sus diferentes particularidades en cuanto a su control. Finalmente, en América Latina, Uruguay se ha posicionado como el gran referente en este terreno, al situarse como el primer país del mundo en la que la venta y producción de marihuana se encuentra en manos de un organismo público. Países como Argentina, México, Colombia y Perú también cuentan con legislaciones para el consumo medicinal del cannabis.
Composición de la marihuana terapéutica
Como cualquier droga, el abuso del cannabis provoca efectos nocivos para la salud a largo plazo. Sin embargo, su uso medicinal tiene un gran valor frente a enfermedades terminales y trastornos neuronales degenerativos. El factor para tener en cuenta en su uso terapéutico se encuentra en su composición. Mediante distintas técnicas de cultivo se han podio aislar unos 70 tipos que presentan una estructura química de tipo cannabinoide extraídos de la marihuana. Compuestos químicos que actúan sobre los receptores cannabinoides que se encuentran en el sistema endocannabinoide del cuerpo humano. Estos receptores se conocen como CB1 y CB2. Ambos se ubican en diferentes áreas del sistema nervioso y del cerebro.Los cannabinoides más conocidos en lo que respecta al uso medicinal y que se encuentran en la marihuana son el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD). Ambos son los más abundantes en la planta en una proporción que va desde el 12-25% de THC y 1-4% de CBD. Mientras que el primero es un compuesto psicoactivo, es decir que actúa sobre el sistema nervioso central llegando a provocar alteración del estado de ánimo, el comportamiento, la percepción o la cognición, el CBD se considera no psicoactivo. La resina producida por la planta es la que verdaderamente contiene estos compuestos.
Beneficios paliativos en el cáncer
Los cannabinoides del cannabis han demostrado un gran efecto paliativo para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia como las náuseas y los vómitos. La pérdida de apetito es otra de las causas secundarias de esta técnica terapéutica, que puede causar anorexia. Diferentes estudios también han demostrado que el THC es capaz de sustituir a la ghrelina, también conocida como la hormona del hambre. De esta forma, activa a los receptores generando un estímulo en el cerebro que produce esa sensación de hambre en los pacientes.Más allá de los cannabinoides naturales de la marihuana existen otros sintéticos como el Dronabinol, también conocido como Marinol. Se trata de un derivado sintético del THC autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos. El fármaco se utiliza contra la pérdida de peso en pacientes de VIH y frente a los vómitos generados por la quimioterapia.
Otros usos terapéuticos
El cannabis también actúa como analgésico en enfermedades como la esclerosis múltiple. De hecho, la Agencia Europea del Medicamentoaprobó varios fármacos para tratar la espasticidad resistente originada por la enfermedad. Se trata de un transtorno que provoca rigidez muscular y espasmos involuntarios, dificultando la movilidad de la persona y provocando dolor. Según un estudio clínico realizado a 30 sujetos adultos con esta enfermedad llevado a cabo en la Universidad de California en 2013, el cannabis superaba al placebo y reducía los síntomas y el dolor de la espasticidad resistente.Finalmente, los cannabinoides de la marihuana también tienen efecto frente a los espasmos y contracciones provocadas por enfermedades como el párkinson o la epilepsia. Por otro lado, el THC puede hacer desaparecer los tics originados en el síndrome de Tourette. Además, hacen frente a la depresión y la ansiedad, junto con la capacidad de proteger neuronas en ictus o traumatismos craneoencefálico. A pesar de todos sus usos terapéuticos, las sustancias nocivas del cannabis siguen presenten, causando efectos secundarios sobre la salud.