La semana pasada hablamos de cómo fotografiar a nuestro gato, durante esta semana hablaremos del mejor amigo del hombre. Desde luego, no cabe duda que nuestras mascotas son uno más de familia y tener unos recuerdos suyos es el deseo de todos, sobre todo de los fotógrafos. En los próximos días te contaremos algunos trucos para sacar el mejor retrato de nuestro perro.
- Si el perro que estamos fotografiando no es nuestro, debemos ganarnos su confianza. Por ello, antes de comenzar la sesión debemos conocernos, dejar que nos olfateen a nosotros y la cámara fotográfica, para que la identifiquen como amigable. Tenemos que evitar que se sientan intimidados, si tanto nosotros como la cámara la ponemos debajo de su nivel un rato, podrán ver que no es una amenaza. Para evitar que el perro se ponga nervioso, el dueño debe estar presente en la sesión, así cuando se canse podrá recibir mimo y atención de su dueño.
- Jugar con ellos, es la mejor opción para conseguir fotografías naturales y divertidas. Además si les damos recompensas cada vez que obedezcan una orden, podrán asociar la cámara a un factor positivo. Si la sesión de fotos es divertida para ambos las fotografías reflejarán esa vitalidad y pasión de los perros.
- Luces, cámara, acción. Si queremos retratar a nuestro perro en movimiento: corriendo por ejemplo, necesitaremos la ayuda de otra persona (el otro dueño o alguien con quien tenga confianza que juegue con él). Para captar esta fotografía debemos trabajar con cierta profundidad de campo, de esta forma, nos aseguramos de que el cuerpo de nuestro perro estará enfocado; si tenemos la posibilidad un teleobjetivo nos permitirá seguir sus carreras con cierta distancia para no influir en su naturalidad. Por supuesto, un disparo en ráfaga nos aumenta las posibilidades de obtener una buena fotografía.