Afortunadamente, desde el siglo XX, con el comienzo de la era de la aviación, ya no es necesario recorrer las aguas por las que naufragó gran parte de la Armada Invencible, años en los que el Imperio Británico se consagró como potencia naval. Además, en estos últimos 10 años, con la popularización de las compañías low-cost, resulta aún más fácil viajar hasta las tierras de Albión.
A estas alturas no descubro ningún secreto si digo que, para llegar hasta el Reino Unido, sólo necesitas conocer dos compañías: Ryanair y Easyjet. Salvo que factures alguna maleta de más de 20 Kg, estas dos compañías son, hasta la fecha, las opciones más baratas para llegar hasta allí. Ambas tienen sus ventajas e inconvenientes, por supuesto. Ryanair es un quebradero de cabeza con los tamaños y pesos de las maletas (por no hablar de últimos acontecimientos relacionados con el combustible y otros), al contrario que Easyjet, la cual parece ser un poco más permisiva. También es cierto que Ryanair tiene fama por su puntualidad, algo en lo que Easyjet resulta estar en el polo opuesto.
En cuanto a los aeropuertos, uno de los más cercanos a Oxford y frecuentado por estas aerolíneas es el de Luton (London), aunque si tienes una fecha fija para viajar, conviene mirar otras posibilidades como Standsted (London) o Birmingham. En nuestro caso personal, nos decidimos por el aeropuerto de Stansted tanto por el precio como por el horario.
Has cogido el avión, llegas a un aeropuerto de habla inglesa, pasas por el puesto en el que un señor o señora “muy amable” te pide tu passport or ID card, y de repente, ¿qué haces? Si has sido precavido habrás previsto esta situación y tendrás en tu poder un ticket de autobús hacia Oxford, típicamente con la compañía National Express (£15 aprox.). Otra opción es Megabus, donde con suerte puedes conseguir un billete barato. Si no, ya dependerá del aeropuerto. En Stansted, por ejemplo, al salir a la zona de autobuses hay un pequeño edificio donde venden los tickets in situ. En Luton, sin embargo, tendrás que encontrar la parada adecuada y comprar el billete directamente al conductor.
No hay duda de que hay otras formas de llegar, véase Ferry o tren Paris-London, pero ¿alguna comparable con surcar los cielos en busca del lugar al que vas a pasar los siguientes días, semanas, meses, o años de tu vida?
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