Como negociar el sueldo en la entrevista de trabajo

Todos trabajamos a cambio de recibir un sueldo. El momento de la entrevista de trabajo en el que abordamos esta cuestión es el más crítico. Deseamos percibir un buen sueldo pero sabemos que si metemos la pata podemos hacer que el entrevistador renuncie a contratarnos ¿Debemos sacar nosotros el tema?¿Cuándo y cómo hablar de ello? ¿Cómo evitar quedarnos cortos o excedernos con nuestras pretensiones salariales?

Estima el intervalo salarial al que puedes aspirar

Antes de acudir a una entrevista, debes hacerte una idea del sueldo al que puedes aspirar; mejor que una cifra exacta, lo que necesitas es un valor mínimo y un valor máximo entre los que poder moverte. Para averiguarlo necesitarás investigar cual es el intervalo salarial que corresponde al puesto para el que te vas a entrevistar, teniendo en cuenta el sector empresarial y el área geográfica:

• Si tienes la oportunidad lo ideal es  preguntarle a empleados o ex-trabajadores de la empresa. Obtén toda la información que te sea posible sobre la política de remuneración y de cuanto perciben los trabajadores de cualificación similar. No olvides consultar a qué convenio laboral está adherido la empresa y comprobar el sueldo que le corresponde al puesto de tu interés.
• Usa las bases de datos de salarios de internet, para hacerte una idea aproximada de cuanto pagan otras empresas similares.
• Utiliza los portales de empleo para buscar ofertas de esa misma empresa o de empresas similares. En muchos casos las ofertas incluyen el sueldo que se ofrece.
• Consulta la situación financiera en la que se encuentra la empresa. Si pasa por apuros económicos no podrán permitirse remuneraciones elevadas.

Para precisar aún más las cantidades:

• Tu anterior sueldo debe ser tu referencia. Si estás desempleado espera ganar lo mismo o incluso un poco menos. Otra cosa es si ahora mismo ya tienes un empleo y acudes a la entrevista para mejorar: en ese caso debes aspirar a incrementarlo entre un 10% y un 20%.
• Evalúa en cuanto estás dispuesto a rebajar tus expectativas de sueldo por recibir algún tipo de contraprestaciones: flexibilidad de horario, estabilidad laboral, formación, más vacaciones, oportunidades profesionales, etc

A la hora de decidir el sueldo objetivo es mejor tirar hacia arriba para dejar un margen para negociar: siempre será más fácil negociar a la baja que a la alta. Pero ¡tampoco demasiado alto! que no resulte tan exagerado que obligue a los interesados a descartar cualquier intento de negociación.

La entrevista de trabajo

Llegó el momento.  Antes de empezar a hablar de dinero debes estar seguro que les interesa contratarte, espera a que te hagan una oferta o a que ellos saquen el tema:

• Evita hablar de ello en las primeras etapas del proceso de selección. Si te hacen una pregunta directa, esquívala diciendo que “esperas una remuneración acorde con el valor que aportarás a la empresa y con las responsabilidades que vas a asumir” o bien contesta que el sueldo “es negociable“.
• No mientas si te preguntan cuanto ganas o ganabas en tu último puesto de trabajo. La mayoría de los responsables de selección de RRHH ya tendrán una idea aproximada. Evita transmitir la sensación de que les intentas engañar.
• Si ves que ha llegado el momento y que no dicen nada, no temas preguntar por el sueldo. Pero hazlo junto con otras cuestiones relativas al puesto para no dar la impresión de que sólo te interesa el dinero.

La negociación del sueldo

Tu capacidad para negociar el sueldo la condiciona tu situación laboral en el momento de acudir a la entrevista. Si estás desempleado probablemente ya ni te pregunten cuanto esperas cobrar; tendrás que conformarte con lo que te ofrezcan, y  esperar a estar contratado para renegociarlo una vez que les hayas demostrado tu valía. Pero ¿y si lo que te ofrecen es menos de lo que demandas?

• Si la oferta no te satisface deja la puerta abierta para que la empresa pueda ajustarla mejor. Algo como “me encantaría trabajar con Uds pero hay algún aspecto de su oferta que deberíamos seguir discutiendo“.
• Si el sueldo es mucho menor de lo que ganabas actual o anteriormente pero a pesar de ello te interesa, déjales claro porqué estás dispuesto a aceptarlo: por los beneficios sociales, las oportunidades de mejora profesional, etc

Finalmente, si en la entrevista de trabajo te llegan a proponer una oferta de empleo en firme, siempre es aconsejable pedir algún tiempo para tomar una decisión, antes que contestar de inmediato: parecerás menos desesperado y además ofrecerás la imagen de alguien que no toma decisiones a la ligera.

Un artículo de: Formación y Empleo