Halloween se originó en nuestra Fe. Sorprendido, ¿no? Ja, ja, ja. Pues sí, así fue. Nos lo recuerdan los colegas blogueros de Foros de la Virgen. Y nos señalan que El Maligno se ha apoderado de nuestro festejo.
Debemos recuperar nuestra celebración. Nuestro santoral tiene multitud de mártires (y mártiras) que quedaron muy malheridos en su camino hacia el Señor y pueden inspirar tu disfraz para mañana. Puedes divertirte mientras veneras. ¿Qué mejor?Por dar un ejemplo, ¡puedes emular a uno de los 40 mártires de Sebaste!
"El gobernador los mandó torturar(usa tu imaginación para inventar torturas e imitar sus efectos) y encerrar en un calabozo oscuro. Posteriormente fueron llevados a un lago con agua helada.
Un guardia gritó: 'Yo también creo en Cristo'. Terminó también en el lago. Al amanecer, los mártires fueron sacados vivos del lago, les rompieron las piernas y los dejaron morir".
Hay infinidad de ejemplos, tienes a Santa Eulalia u Olalla, a quien [Federico García Lorca le dedicó este precioso romance:
Fragmento:
El Cónsul pide bandeja para los senos de Olalla.
Un chorro de venas verdes le brota de la garganta.
*
Su sexo tiembla enredado como un pájaro en las zarzas.
Por el suelo, ya sin norma, brincan sus manos cortadas,
que aún pueden cruzarse en tenue oración decapitada.
Por los rojos agujeros donde sus pechos estaban
se ven cielos diminutos y arroyos de leche blanca.
Mil arbolillos de sangre le cubren toda la espalda
y oponen húmedos troncos al bisturí de las llamas.
Centuriones amarillos de carne gris, desvelada,
llegan al cielo sonando sus armaduras de plata.
Y mientras vibra confusa pasión de crines y espadas,
el Cónsul porta en bandeja senos ahumados de Olalla.]*