Si queremos que una agencia, representante, director de casting o productora vea nuestro material, la mejor manera que tenemos de hacerlo es enviarlo por email.
En caso de que haya salido de nosotros contactar con ellos por iniciativa propia, sin tener ningún trato previo, debemos evitar presentarnos en persona en su oficina o llamar por teléfono. Estamos en la era de las tecnologías, por lo que es preferible utilizar internet por la comodidad que supone, ya que le permites gestionar tu email en su mejor momento.
Sabemos que el material que necesita un actor para promocionarse se basa en tres pilares fundamentales: currículum, fotos y videobook. Para tener la oportunidad de que lean y vean esas tres cosas, la puerta de acceso sólo se abrirá con un adecuado email de presentación, por lo que tendrás que trabajártelo redactándolo cuidadosamente, puesto que va a ser lo primero que lea quien lo reciba.
¡Te contamos las pautas para saber cómo escribirlo!
Contenido general
No redactes un email largo con palabras rebuscadas y párrafos sin contenido, pues así sólo conseguirás aburrir a tu receptor, dándole pereza leerte y contestarte.
La clave es que seas directo y breve: se trata de una presentación en pocas palabras y frases cortas. Además, conviene que reflejes en tu mensaje una actitud proactiva, es decir, interés por que conozcan tu trabajo, pero siempre desde la sencillez: en esta clase de emails, recuerda que siempre menos es más.
Estructura
Centrándonos en “qué poner” en el email, no olvides mencionar los siguientes puntos:
- Saludo: Utiliza un saludo formal, puesto que es la primera toma de contacto con tu receptor y de momento no hay ninguna confianza. En la medida de lo posible, procura personalizarlo. Ejemplos prácticos serían “Estimada María”; “Buenos días María”, “Buenas tardes”…
- Por qué le escribes: Centra el tema explicando el motivo por el que has iniciado un acercamiento con tu remitente. Puedes utilizar frases como: “Estoy interesado en…”; “En relación con el casting que ha publicado…”; “En respuesta a su convocatoria de…”. Utiliza la primera frase del cuerpo del email como gancho, es decir, encuentra algo que capte la atención de tu destinatario. Esta primera frase es clave, ya que es la que genera el interés suficiente para que se continúe leyendo y la que consigue que tu email sobresalga de los de tu competencia.
- Qué puedes aportarle u ofrecerle: Aprovecha tus puntos fuertes para mostrarle como tu perfil puede adecuarse a sus intereses. De lo que se trata es de “picarle el gusanillo” y que tenga ganas de ver tu material y conocerte más.
- Qué le adjuntas: Indica en qué consisten los documentos que adjuntas. No hace falta explicar el contenido de cada uno (por ejemplo, no reproduzcas el contenido de tu currículum, es decir, si quiere verlo ya lo descargará). Damos por hecho que enviarás material en calidad reducida, ya que si envías archivos muy pesados olvídate de que los abran. En cuanto a los videos, éstos deben ir en links, nunca adjuntos.
- Despedida: Lo más educadamente posible, utiliza una llamada a la acción y deja una puerta abierta a que te responda con fórmulas como: “A la espera de sus noticias, se despide atentamente…”; “Quedo a su disposición para…”; “Por favor, no dude en llamarme al 0123456789”
Para finalizar un email perfecto, lo ideal sería firmarlo con tu nombre artístico y datos de contacto, para que el destinatario los tenga a mano si quiere localizarte.
Personalízalo desde el respeto
Si no conoces a la persona a quien se lo envías, procura evitar tutearla. Por joven que sea tu receptor o muy campechano que parezca, recuerda que la regla de oro es: “ante la duda, siempre de USTED”. Así dejas patente tu educación y buenos modales.
Por otro lado, imagina que te llaman por tu nombre por la calle: “¡Clara!”, ¿qué haces tú? pues girarte automáticamente. En los correos electrónicos ocurre lo mismo. No hay nada que capte más la atención de quien recibe un email que encontrar su nombre nada más empezar a leer y saber que va dirigido a él directamente. Por ello, trata de informarte de cómo se llama la persona que lo va a recibir o, si te resulta imposible, personaliza el mensaje haciendo alguna referencia a su empresa o su trabajo.
Es fundamental que tengas en cuenta, por obvio que parezca, enviar los emails de uno en uno. Adapta el mensaje a quien se lo vayas a dirigir y posteriormente unifica el tipo de letra, ya que a veces al hacer “corta-pega” unas letras quedan de un color o tamaño y otras de otro. No hay nada peor (y más ilegal, por protección de datos) que enviar todos los correos a la vez y que los remitentes puedan ver las direcciones de los demás. Perderás toda tu credibilidad y profesionalidad haciendo eso.
Cuida la ortografía
Las faltas de ortografía no están permitidas si quieres resultar profesional, así que repasa el texto con un corrector ortográfico o cambia aquellas palabras complicadas por sinónimos que te suenen mejor. Una palabra mal escrita tira por tierra todo el trabajo que quieres mostrarle, así que ten muchísimo cuidado.
Asimismo, presta especial atención a los signos de interrogación y exclamación, al principio y al final, que se nos suelen olvidar muchas veces.
Asunto del email
El asunto es el título que lleva el email, por lo que tampoco aquí se permiten frases largas ni complejas. Sé muy directo, indicando tu interés así como tu nombre (por ejemplo: “Casting caras nuevas – María Sánchez”). Es imprescindible poner algo, ni te plantees dejarlo en blanco porque si no tu email irá directo a la papelera.
En resumidas cuentas, a la hora de redactar un email de presentación sé conciso y limítate, como su nombre indica, a hacer una presentación de ti mismo.
Para profundizar un poco más sobre el envío de tus emails y material, lee cómo evitar errores al mandar tu material.
Y si tu problema es que no sabes a quién mandar emails porque no sabes cómo buscar trabajo o cómo moverte, no te preocupes. ¡Aquí tienes a un equipo dispuesto a ayudarte! Cuéntanos lo que necesitas y no te volverás a sentir perdido nunca más