¿Cómo se calcula el caché de un espectáculo teatral?

Cuando tu compañía tiene un espectáculo teatral en activo, es decir, que lo estáis moviendo a través de diferentes teatros o salas, tendréis que pensar muy bien de qué forma se van a cobrar los beneficios que genere.

Existen dos maneras: en algunas ocasiones tendréis que ir a taquilla y en otras a caché, dependiendo de lo que negociéis con cada espacio de representación.

Cuando se va a taquilla, lo que habrá que decidir es el porcentaje de beneficios que se queda cada parte después de descontar todos los gastos. Por ejemplo, 60% para la compañía y 40% para la sala.

Sin embargo, cuando se va a caché tendréis que fijar una cifra concreta, es decir, cobrar un precio cerrado, se llene la sala o no se vendan casi entradas, y es aquí cuando os surge siempre esta duda: ¿cómo calculamos el caché? Seguro que no os queréis quedar cortos y pedir mucha menos cantidad de la que podríais ganar, pero tampoco os queréis pasar, no vaya a ser que les parezca demasiada caro y no les compense mantener vuestra obra en su sala.

Como ya sabes lo importante que es para nosotras que estéis bien informados, en el post de esta semana os vamos a aclarar esta duda tan frecuente para que aprendáis a calcularlo correctamente. ¡Compañías bien asesoradas, compañías que van lanzadas! 🙂

¿Qué es exactamente el caché? 

En primer lugar, vamos a concretar qué es exactamente el caché. Pues bien, se trata de una cantidad cerrada que se fija con la sala y que es lo que cobrará tu compañía por cada pase que haga para cubrir sus gastos y recibir beneficios. El cálculo del caché es un arte en sí mismo, porque hay que darle muchas vueltas para no olvidar ningún concepto y hay que tener en cuenta todos los gastos y los beneficios que conllevará ese espectáculo.

En cuanto a la herramienta a utilizar, hay muchas compañías que lo calculan en un documento tipo Excel o similar, ya que les permite organizar la información, así como sumar y restar sin errores. Ahora bien, a la sala o teatro no hace falta que le des ese Excel necesariamente, que tendrá un montón de información que no necesitan, sino que le puedes aportar un documento más bonito, apetecible y sencillo, describiendo lo que les incluye y lo que no a ellos en concreto, al estilo presupuesto. Aun así, entérate bien de cómo lo debes presentar caso por caso. 

Por último, aclarar que el caché de un espectáculo es distinto al caché de un artista, que es lo que cobra como mínimo un actor o actriz para trabajar, y que en gran medida se basa en su grado de popularidad o de lo irremplazable que sea. Es decir, ese caché de tu espectáculo contiene el caché de los artistas que participan en él, además de otras muchas otras partidas. Veamos de qué se compone el caché.

Las tres partes del caché:

     1. Gastos de producción generales

Aquí habrá que meter todos los gastos generales relacionados con la producción de ese espectáculo en concreto, no los gastos de otros asuntos de la compañía. Os damos algunas ideas: 

• Anticipo de derechos de autor (si te los piden). 
• Vestuario.
• Escenografía.
• Utilería.
• Asesoría legal.
• Reportajes fotográficos, grabación audiovisual de la obra y, en general, materiales de promoción. 
• Elaboración y maquetación del dossier del espectáculo. 
• Otros. Añade absolutamente todo lo que hayáis invertido, aunque solo sean un par de euros. 

Esta cantidad total habrá que dividirla entre el número de actuaciones que vayáis a realizar, por ejemplo, entre 5 representaciones, o entre una única representación. La idea es que la cantidad general se amortice un poco en cada representación hasta que se recupere por completo el dinero invertido. 

         2. Gastos de producción por cada representación

A la cantidad anterior habrá que sumarle lo que te cueste cada función concreta. En esta partida podéis añadir: 

• Salarios del equipo técnico y artístico. 
• Gestoría por cada alta/baja en la seguridad social. 
• Transporte.
• Dietas (alojamiento, comidas, etc.) si fueran necesarias. 
• Materiales fungibles (que se gastan) en cada representación. 
• Tintorería. 
• Seguros. 
• Comisión del distribuidor. 
• Producción ejecutiva. 
• Imprevistos (que siempre los hay). 

El apartado anterior era más fácil de calcular, porque eran gastos que ya se habían realizado o estaban pendientes de realizar. Mientras que este apartado es una estimación de gastos, así que conviene que consultéis previamente a los diferentes proveedores o gestores para que os den las cantidades con la mayor exactitud posible, y que seáis generosos a la hora de sumarlas para que no pillaros los dedos. Más vale que sobre dinero a que falte. 

        3. Beneficio

Hay muchas compañías que se conforman con cubrir gastos y no perder dinero, pero la idea no ha de ser esa, sino más bien que la actividad os genere beneficios suficientes para poder seguir creciendo. ¡Qué importante es ir creando colchón para poder invertir en nuevos proyectos o para disfrutar con mayor tranquilidad de los del presente!

Por eso, el caché se compone de estos 3 apartados. La suma que recibiréis será la que os permita cubrir vuestros gastos generales y los de cada representación en particular, así como un margen de beneficio que irá a vuestra “hucha” y que permitirá que la compañía siga avanzando y desarrollándose.

Es decir, a la suma de los gastos que acabamos de comentar en los dos puntos anteriores, habrá que sumar siempre el margen de beneficios que deseas obtener. El resultado de esta suma será el caché.

Para que tengas alguna referencia, el porcentaje de beneficio puede variar enormemente, aunque suele significar alrededor del 30% como máximo de dicha suma.

Sinceramente, en este punto te recomendamos que te fijes en la capacidad económica del teatro. Si ves que suelen pagar bastante, puedes aprovechar para incrementar tu margen de beneficios, y si por el contrario si ves que van más justos, puedes intentar reducirlo.

Si has llegado hasta aquí es porque estás liderando tu propio proyecto teatral, o informándote de todo lo necesario para poder liderarlo próximamente. Enhorabuena. Eres de esos artistas que no se quedan esperando una llamada, sino que tienen iniciativa, ganas e ilusión más que de sobra para crear sus propios proyectos. Sin embargo, puede que no tengas toda la información, pero ya sabes que para eso estamos nosotras. 🙂

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¡Date prisa, que van a volar las plazas!