Ya tenemos nuestros cristales de diamante formados, pero estaban a demasiada profundidad. El magma que contienía los diamantes empiezó a subir hasta la superficie, llevándose a los diamantes con él. Salió al exterior por un volcán y después este magma se solidificó, conteniendo en él los diamantes que se habían creado en la profundidad de la Tierra. Este magma solidificado se llama kimberlita, y tiene un color azulado. Ahora le tocaría al hombre empezar a remover toda esa kimberlita para encontrar los diamantes que están en su interior.
Prestad atención a los distintos colores de los diamantes. Esto se debe a las inclusiones de otros materiales en el proceso de formación. Las inclusiones son impurezas que se metieron en el diamante cuando se formaron. Si un diamante es totalmente transparente y sin inclusiones, el diamante es puro. Hay inclusiones que le pueden dar al diamante un color amarillento, negro o rosado, pudiéndolos convertir en diamantes raros y muy preciados.
Por último decir que los diamantes que se recogen de la kimberlita se encuentran en bruto. Esto quiere decir que el diamante no brillará ni será tan bonito como lo vemos en una joya. El diamante se tiene que llevar a un taller donde un artista muy experto lo pulirá para sacarle todo su resplandor y belleza. ¿Y de qué formas lo puede pulir? ¡Lo veremos en otro artículo! Ahora puedes continuar leyendo el artículo donde explico cómo conseguí mi primer diamante o bien cualquiero otro artículo del blog.
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