Como siempre… y como nunca.

Como siempre y como nunca te quiero… con la pausa que marca tu carácter, tan sedante como droga. Tan ligero como aire de sal. Tan único como el primer amor, que aún no he encontrado varón tal que tú.

Como siempre y como nunca te quiero… que sabes templarme cuando mis cuerdas amargas te tiemblan. Que ríes a mis palabras y a mis gestos como si cada día nacieran nuevos y primeros. Que antepones esta imagen  a cualquier otra, mejor y más fresca o más rosa.

Como siempre y como nunca te quiero… ya que sólo tú sabes qué decirme, cuándo y dónde. Sólo tú,  el permiso y la llave. La melodía que nunca me cansa y que siempre me falta, de no sentirte. El dónde de ese rincón eterno y el cuándo de un almanaque infinito.

Como siempre y como nunca te quiero… y me importan tres pitos qué digan, qué hagan y qué opinen los otros que no son tú. Que ya tenemos la edad del paseo que sobrevuela la viga ajena y la paja nuestra. Y que hablen… que yo, como siempre y como nunca,  Juanjo, te quiero.