Yo soy un híbrido de ambas, creo. Por una parte pienso que no tiene ningún sentido regalar por regalar y gastarse una pasta en una cena que cualquier otra noche costaría la mitad, pero lo cierto es que la mayoría de la gente que se queja de San Valentín y se niega a tener un detalle ese día es, curiosamente, el tipo de gente rancia que no tiene detalles tampoco el resto del año. Por lo tanto a mí me parece bien que ese día se haga algo especial, aunque sea una tontería. Nada extraordinario ni forzado, (las mejores sorpresas y detalles tienen más peso cuando no te las esperas) pero nunca está de más celebrar y pasar una noche divertida y bonita, y más si es con nuestra pareja. Que sí, que el romanticismo es algo que hay que currarse TODO EL AÑO. Y, por ende, por qué no en San Valentín.
Yo era mucho más romántica de joven (más joven, ejem), y mis San Valentínses eran mucho más bonitos entonces que ahora. Recuerdo escribirle cartas de amor a mi vecino cuando era una criaja y dejárselas en el buzón, emocionada y lerda, para acabar siendo el objeto de burla de todos los niños del bloque un par de días después. O la pedrada que me dio un niño de mi clase de primaria, en el recreo. Se me acercó muy serio con un pedrusco enorme en la mano y ZAS, me lo estampó en toda la chorla dejándome con el culo torcío (y una brecha en la frente xD). Ese mismo niño empezó a buscarme y a darme empujones por los pasillos, a ponerme la zancadilla y a mangonearme acerca de dónde me tenía que sentar o qué bocadillo debía comerme. Más tarde me enteré de que eso quería decir que yo le gustaba y que quería que fuese su novia, pero qué queréis que os diga, a mí el rollo BDSM no me molaba nada por entonces y lo mandé al carajo finamente. También me acuerdo con cierta ternura aquel lazo rojo que se ponían las chicas en la muñeca para ir a clase años después, en la edad del pavo, simbolizando que estaban enamoradas y que su amor era correspondido. Yo no tuve pareja hasta los 21, así que más de una vez me puse un lazo by the face porque me daba vergüenza reconocer que en mí no se fijaba ni el tato. O aquel primer novio que tuve, que se esperó hasta San Valentín (puro romanticismo) para decirme que prefería que fuésemos amigos porque le gustaba más una rubia.
Como veis, es normal que poco a poco San Valentín me haya ido dejando de parecer especial xDDD ¡PERO NO! Aún así me niego a que el 14 de febrero pase a ser un día normal y dejemos de tener una excusa para querernos más, coñe. ¡Con lo bonito que es quererse!
Por tanto, y por petición popular vía Fareborn, os dejo algunos consejos para sobrevivir a este San Valentín con pareja (que ya se acerca, se huele, que ya está aquí) sin que pequemos de empalagosos ni, por el contrario, de rancios.
Ahí van:
1) Hombres: siempre, siempre, siempre, tened un detallito aunque sea pequeño con vuestra pareja en San Valentín. Aunque ella diga que no hace falta. Aunque sea de ese tipo de personas que dice que es una fecha comercial. No hagáis caso y moved el culo; siempre es preferible pecar de empalagoso que de rancio. SIEMPRE. Y además cambiad el chip y seguid teniendo detalles el resto del año, que no se os va a caer la minga ni vais a ser menos macho.
2) Mujeres: no esperéis grandes regalos ni grandes demostraciones de amor. Lo que cuenta es el esfuerzo, y no todos los hombres son capaces de leernos la mente y saber exactamente qué nos gustaría que nos regalaran o que hicieran por nosotras. Sed comprensivas y valorad cualquier muestra de cariño, que su trabajito les cuesta.
3) Algunas personas tienen una idea muy rara de lo que es romanticismo. Bécquer y la tuberculosis ya no se llevan, así que olvidaros de llenar la casa de velas y pétalos de flores a menos que sepáis que a vuestra pareja le encantará y estéis dispuestos a barrer después y limpiar la cera. Los poemas de amor nos hacen gracia a menos que seas muy bueno y es mejor no arriesgarse, y la música de Barry White tan sólo consigue que nos acordemos de Bizcochito en Ally McBeal.
4) No. Your dick in a box no cuenta como regalo de San Valentín.
5) Comprar una botella de vino que os guste a ambos para hacer especial la cena es un buen detalle, pero aseguraros de no beber demasiado para no estropear el clima íntimo. Control, ya tu sabeh.
6) Hacer algo divertido juntos mola. No pasa nada si el plan no es típicamente romántico de por sí; lo importante es que se salga un poco de lo normal, de lo habitual en vuestros jueves noche. Si a tu pareja le encanta jugar al Minecraft, por ejemplo, prepara una velada de aventuras en la selva domesticando tigres y recolectando cacao. Confecciona con antelación una lista de misiones y objetivos y haz que esa noche se convierta en una gymkana bien sea en el Minecraft, en el Wow, en el GW2 o en el LOL, con un premio para el ganador y un "castigo" para el perdedor. Organiza una liga de destrucción de torretas en el Portal jugando en modo cooperativo, id a conquistar banderas juntos o matad elfos codo con codo. Y piensa que será una noche de duro trabajo: asegúrate de que tenga cacao del de verdad a su lado para reponer fuerzas, así como demás chucherías que le hacen feliz. El gintonic cuenta como chuchería.
7) Si a tu pareja le apasiona viajar, viajad. Aunque sea a la ciudad de al lado. Recorred terreno neutral que ninguno de los dos controléis: descubrir nuevos rinconcitos hermosos donde tomar café o pasear añadirá complicidad a vuestros recuerdos y, además, estaréis creando historia en común.
8) El sexo en sí es muy romántico. De verdad. Pero no vale que te pillen practicándolo con otro/a, tiene que ser con tu pareja xDD
9) Cocinar para tu pareja se considera un detallazo y además es sexy. Incluso si no sois muy buenos en la cocina, hay mil platos sencillos y resultones para impresionar eficazmente: usad san google para aprender recetas nuevas y no os arrepentiréis.
10) El juego es muy importante. Si andáis rumbosos y tenéis pensada alguna sorpresa para vuestra pareja esa noche, empezad a ponerle los dientes largos desde por la mañana. Mandadle un sms, dejadle un mensaje en el buzón de voz o escribidle un DM avisándole de que se prepare para la noche, qué tipo de ropa debe ponerse (o no) y a qué hora debe estar listo/a. Hacer que la otra persona se pase el día nerviosa y emocionada también es especial y divertido.
11) Cuidad los detalles. Tratad de pensar en todo, absolutamente en todo, por muy tontada que sea. Si no podéis salir al cine o a cenar porque la economía no da para más, comprad palomitas de microondas, algo de beber, preparad una manta calentita, id bien aseados, limpios y guapos, aseguraros de que la casa huela bien y esté ordenada, encended la estufa/chimenea/calefacción para que cuando el otro llegue no pase frío, tened listo un buen arsenal de películas de todos los géneros (y aseguraros de que estén bien bajadas, y que al ponerla no salga la Veneno), etc. Ah, y apagad el móvil para que la otra persona sienta que le prestáis toda vuestra atención; a veces no basta con decir las cosas... hay que sentirlas, verlas. Un masaje de pies mientras véis la peli, por ejemplo, es una buena forma de hacérselo notar :P Si por el contrario váis a salir, asegúrate de que el restaurante donde quieres ir esté abierto (parece una obviedad, pero NO), reserva mesa aunque creas que no habrá ningún problema, investiga antes de ir en la carta para asegurarte de que a tu pareja le gustará el tipo de comida que sirven allí, busca un restaurante que tenga fácil aparcamiento si es que váis en coche, etc. Hacer caminar a una mujer durante media hora en tacones o invitar a marisco a alguien que odia la langosta echará a perder todo lo demás, así que planificad y ganaréis.
12) Recuerda que ese día es para los dos, y nadie más. Por muy bien que os lo paséis con vuestros colegas, primos, cuñados o vecinos, reservad San Valentín para vuestra pareja. Ya tendréis 364 días más para salir de juerga con más gente.
13) Si vais a regalarle algo a vuestros amorses, pensadlo bien antes y estad seguros de que será algo que les guste a ellos, no a vosotros.
14) Y, lo más importante de todo, lo que jamás debéis olvidar: si hacéis algo por vuestra pareja que sea porque se lo merece, no porque toca. El hacer algo de corazón, sea lo que sea, siempre es mucho más bonito y significativo que hacerlo por obligación y además nos dará muchas más satisfacciones. Si no os motiva nada el sacarle una sonrisa a vuestra pareja o hacerle una noche poquito más feliz, de verdad que no sé por qué no cambiáis el tener pareja por tener un pez de colores, que requerirá menos atenciones.
P:D: ¿no tienes pareja en San Valentín? Pues aprovecha el 14 de febrero como excusa y aplícate todos mis consejos anteriores a ti mismo mismamente, que quererse a uno mismo y darse un par de mimos y caprichos de vez en cuando tampoco viene mal ;)