Como un témpano de hielo
está fría la mejilla,
necesita de unos labios
que calienten tus pupilas.
Un latido presuroso,
una tierna margarita,
unos ojos que suspiren
y la digan maravillas.
Es por eso que te miro
y te ofrezco mi sonrisa,
una mano va a tu mano
a llevarte por la orilla.
Buscaremos la ribera
y la playa tan tranquila
para estar junto a las olas
de melena blanquecina.
Dejaremos que el rocío
se diluya con la brisa,
y esperemos que sus gotas
traigan paz y traigan vida.
Hay un faro, en la distancia,
que en lo alto nos vigila,
y nos dice que "adelante"
que su luz no se marchita.
Es por eso que te miro
y te tomo la barbilla,
y te digo que te quiero
de la forma más sencilla.
Y asi mismo me respondes,
como un ave asustadiza,
y me besas con tus labios
en los míos, muy deprisa.
"...Como un témpano de hielo,
quiero amor que te derritas,
al calor de mis abrazos
y a la llama que hay prendida..."
Rafael Sánchez Ortega ©
13/08/15