Hoy voy a hablar acerca de la mejor manera de vender con éxito un libro. Creo que puedo hacerlo, ya que tengo algo de experiencia, no soy una escritora que vende cientos de miles de libros, pero dentro de los círculos en los que me muevo, creo que no lo hago tan mal. Por otro lado, últimamente he leído un par de artículos que confirma mis sospechas: Todos los grandes súper ventas hacen uso de las redes sociales de manera eficiencia y eficaz.
Voy a empezar con una anécdota:
El día sábado estaba haciendo uso de Twitter para promocionar mis libros y, como algunos saben, tengo siete en Amazon, de manera que no es tarea sencilla, aunque sé que dando a conocer dos o tres de ellos, los demás se venderán porque los lectores seguirán comprando mis libros, (al menos he recibido esa respuesta de gran parte del público que me lee)
Decía que el día sábado promocionaba un par de mis libros cuando recibí un mensaje o una “respuesta” de una persona que decía:
“seamos honrados. Si eso fuese lo que hace que tanta gente lo lea, no haría falta promoción. ¿No te parece? Un saludo.”
Se refería a uno de los avisos que suelo postear:
¿Quién es Blanca Miosi? La autora de LA BÚSQUEDA best seller en #América y #España http://xurl.es/aajlk El niño que enfrentó a los nazis
Cuando le pregunté a qué se refería, contestó:
“Me refiero a que no es una novela que se venda por el boca a boca cuando la autora está todo el día promocionandola”
Me dio curiosidad y busqué en Facebook, y ahí estaba, era un escritor. Yo no lo había visto nunca en Twitter, y parece que era un “seguidor”. El final del cuento: me dijo que me dejaría de seguir y me bloquearía, como en efecto ocurrió. ¡Me bloqueó!
Lo raro es que yo apenas empezaba a promocionar ese día, porque los fines de semana es cuando más tiempo tengo, ya que el resto de días solo puedo aparecer un rato muy temprano en la mañana y después pasadas las 21:00 hora de España. Tal vez él pensó que yo me la pasaba todo el día promocionando mis novelas, pero no es así. Y créanme que si pudiera, lo haría. Tengo un taller de costura y represento una empresa de venta de maquinaria, dicto un curso en una academia, estoy escribiendo mi próxima novela y también estoy gestionando mis novelas con una empresa norteamericana y otra en Turquía, aparte llevo mi casa, lo que implica limpiar, cocinar y todo lo que se hace diariamente.
El escritor que me bloqueó probablemente sea uno de los pocos que no utiliza de manera eficiente una herramienta que ahora todos tenemos al alcance la mano, y que aun los grandes escritores como Pérez Reverte, Juan Gómez Jurado, John Locke, J.K Rowlings, y hasta Salman Rushdie, lo utilizan como un credo, ¡a diario! Y no solo como un tablón de anuncios sino como un sitio donde encontrarse con amigos y conversar: Twitter.
El famoso John Locke lo dice en su libro Cómo vender 1 millón de libros en Kindle:
“Usted necesita un sistema de ventas y marketing, pero no tiene por qué costar dinero. Sólo que cuesta tiempo.” John utilizó las técnicas tradicionales de marketing como el uso de un publicista, comunicados de prensa, radio, incluso vallas publicitarias pero vendió muy poco. Fue cuando abrazó a los blogs, twitter y las relaciones de correo electrónico que las ventas despegaron.
También recomienda la participación en los blogs y entrevistas es decir, utilizar las herramientas en línea para la creación de redes sociales. Responde a sus mensajes de correo electrónico y trata de ser personal en su enfoque. “Toma mucho tiempo, pero vale la pena, básicamente la venta de libros de manera personal. Este tipo de marketing de relaciones no solo es fundamental, ¡sino también divertido!”. Son las herramientas de los millonarios de Internet; básicamente lo que John Locke es y lo que sin duda pretende ser la mayoría que publica en Amazon. Está claro que él no escribe gran literatura, él mismo aclara que escribe para entretener.
Cualquiera diría que este escritor solo se dedica a escribir. No es así. Locke tiene una empresa donde trabaja a tiempo completo, una familia, responde a su correo electrónico, y se las arregla para escribir un libro en siete semanas, probablemente no gane ningún premio literario, pero es lo que menos le interesa.
De manera que si él lo puede hacer, ¡nosotros también podemos! Pero existe una gran diferencia: John Locke vive en Estados Unidos y la mayoría de los que frecuentan este blog según las estadísticas, viven en España. Y la diferencia cultural e idiosincrasia son abismales. Mientras en Estados Unidos o América en general se premia y se aplaude la iniciativa y el triunfo ajeno, en España de castiga con la envidia y la indiferencia al que tiene la osadía de sobresalir. Lo he sufrido en carne propia, aunque al principio me negaba a creerlo. Pero como no soy una persona que me detenga ante esas nimiedades, voy a dejarlas de lado y les voy a contar otro secreto que aprendí hace poco:
Antes que nada, para hacer uso productivo de las redes sociales, deben construirse una “Plataforma de Autor”. ¿Y qué carrizo es una plataforma de autor? Preguntarán ustedes. Yo tampoco lo sabía. Lo explicaré:
La plataforma de autor es la forma en que se alcanza una audiencia de gente que compra libros o que puede hacerlo. Es nuestra influencia, la capacidad de vender en nuestro mercado. Es una polifacética máquina de comercialización del libro.
Está bien. ¿Pero cómo se construye una plataforma de autor?
Muchos de ustedes ya la tienen, si han publicado uno o más libros, si tienen un blog con un determinado número de seguidores, si acostumbran contestar TODAS las opiniones y comentarios de manera personal. Y si mantienen un contacto personal con otros autores, no por puro interés, sino por una amistad que vaya fortaleciéndose en el tiempo.
Estar consciente de que tienen una plataforma de autor les permitirá maximizar su mejor uso. Yo la tengo y no lo sabía, y es muy efectiva. Por ejemplo: Durante el día no suelo promocionar mis libros en España porque existe una diferencia de siete horas. Pero tengo un ejército de buenos amigos que me hacen el favor de retuitear o twitear las noticias de mis libros. No se imaginan lo gratificante que es encontrar a mi regreso del trabajo una cantidad apreciable de publicidad hecha por mis amigos. ¿Cómo pago yo ese inmenso favor? En las horas que sí estoy disponible y que en América todavía la gente está despierta, 4, 5, 6 de la tarde o más, promociono los libros de los que lo han hecho por mí, mientras España duerme.
Mantengo mi blog al día con las noticias que sé que pueden interesar a otros escritores, distribuyo en Twitter y Facebook no solo noticias relacionadas con las ventas de mis libros, sino también novedades acerca del mundo editorial que puedan ser de utilidad para otros. Siempre lo he hecho y lo seguiré haciendo, ha sido mi manera de actuar desde un comienzo sin saber que era uno de los secretos para vender más.
Y ahora lo más importante aunque no seamos unos genios de la literatura como Humberto Eco o Gabriel García Márquez: Debemos ponernos a escribir, y cuando nos sentemos delante de la pantalla procurar que la novela que vamos a empezar ¡Sea la mejor novela jamás escrita, la mejor historia de todas! Y hacerlo con ganas, con emoción, pensando en cómo se deleitarán nuestros lectores leyéndonos, imaginándonos las horas felices que les haremos pasar.
Espero que el escritor que me bloqueó lea este artículo, tal vez se anime a hacer uso eficiente de las redes sociales, en lugar de molestarse porque otros lo hagan.
¡Hasta la próxima, amigos!
B. Miosi