"Decía Borges que de lo único que un hombre no se arrepiente es de haber sido valiente. Mi temprana decisión de dedicarme exclusivamente a la literatura y hacerlo lejos de los centros de poder fue uno de los pocos episodios audaces de mi vida. ¿Cómo voy a arrepentirme de algo que siempre me ha mostrado lo mejor de mi mismo? Para eso precisamente debería servir la literatura".
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¿Y el poder? "El Poder es la gran instancia que dirige nuestras vidas. Es una hidra que tiene varias cabezas destinadas a reprimir nuestros impulsos y organizar en su beneficio la existencia de los ciudadanos. Escuelas, iglesias, cuarteles, parlamentos, juzgados, cárceles... Para la mayoría, el Poder es necesario, pero para una minoría rebelde el Poder es esa sensación de asfixia difusa que sienten las almas sensibles y las mentes creadoras cuando se ponen en movimiento. Esa capa densa, imperceptible, que te impide desarrollarte y expresarte con libertad: eso es el Poder".
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... un futuro en el que los escritores serán como nuestros músicos de jazz, que viven de lo que sea y tienen un público pequeño y generoso, qué más da que 40 millones de españoles ignoren a Jorge Pardo.
Luis Alemany, "Miguel Dalmau y Román Piña escriben la historia de la autodestrucción del sector editorial", El Mundo, 8 dic 2014