Se trata de una copia descarada del Trachodon de Marx (vedlo aquí, en dinosaur-toys-collectors-guide.com). Nos recuerda al contrahecho en las manos, ¿verdad? Pero fijáos bien: el de la izquierda es un ejemplar bien formado, mientras que el de la derecha... bueno. Está comprimido, algo hinchado, chepudo, y tiene un tumor plasticoso de forma tubular en el costado izquierdo. Parece que no salió bien del molde, pero aún así lo echaron a la bolsa. Tanto mejor porque, a pesar de sus defectos físicos, encontró el amor. Y un hogar. Y la ciber-inmortalidad.
