Sí he estado por primera vez en Ibiza. Ya lo dije, y es algo que hay que hacer al menos una vez en la vida, como abrir a la primera un “abrefácil” o hacer un tortilla de patata sin que parezca que ha volcado un camión en la cocina.
Puede resultar paradójico que viviendo en la Costa del Sol -un lugar típico de vacaciones de sol y playa- decida pasar mis vacaciones en Ibiza, famosa por llenarse en verano de gente que busca sol, playa y diversión. Pero al final ha resultado que en lugar de encontrar similitudes he hallado multitud de diferencias entre estos dos privilegiados lugares del mundo.
Al poco tiempo de estar en Ibiza te das cuenta de que impera el Buen Rollo por todas partes. No es que en la Costa del Sol no lo haya, pero en Ibiza es diferente y no hace falta drogarse para percibir que el ambiente general es de tolerancia y relax.
Yo vivo cerca de la orilla del mar (en la Costa del Sol, casi que lo abrevio con CS), y procuro no alejarme mucho de ella en verano, para poder disfrutar de la brisa marina que apacigua el calor. Estoy acostumbrado al calor, pero en Ibiza es más fuerte que en la CS. Habitualmente había dos grados más, mayor humedad y por la noche no se notaba ningún alivio al calor ibicenco. Me encuentro más a gusto con el clima de la costa malagueña.
El agua del mar también está más caliente, no sólo el agua, creo que todo y todos están más calientes en Ibiza. En realidad lo que sucede es que en la CS es que se nota la entrada de agua del Atlántico resultando que el mar de Alborán está frío de narices. Mientras que en cualquier playa de Ibiza entras al agua sin pensártelo dos veces, en la costa de Málaga es habitual encontrar gente que entre al agua haciendo más gestos que un zombie intentando ponerse los calzoncillos de un click de famóbil.
Relacionado con la temperatura del agua están las medusas. Este año todavía no he visto ninguna en la Costa del Sol y en Ibiza vi tres; pero eran muy sosas, ni me saludaron, ni me picaron, ni nada. Para mí que eran de fuera y no entendían el idioma.
Me llamó sorprendió que mientras que en la Costa del Sol las vallas publicitarias anuncian al PP, a pesar de que las elecciones pasaron hace meses; en Ibiza lo que se publicitan son los DJs residentes e invitados que animan las macro discotecas.
Una de las primeras cosas que me llamó la atención es que acostumbrado a la gran cantidad de moros y árabes (sin ánimo de ofender, el vulgo entiende por moro un musulmán pobre y por árabe un musulmán con dinero, los primeros se agolpan en Torremolinos y los segundos en Marbella), que encuentro en la Costa del Sol. En Ibiza era difícil encontrar ni a unos, ni a otros, ni en mercadillos, ni en yates. Por el contrario había italianos por doquier, como turistas y regentando negocios. No todo iba a ser para los argentinos que se reparten por igual tanto por la Costa del Sol como por Ibiza.
Para continuar en esta línea tengo que decir que en Ibiza también hay bazares chinos, como en Málaga, pero con una curiosidad. Los chinos en Ibiza son de casi dos metros de altura, tienen la piel muy oscura y hablan con soltura el bantú. Vamos que cuesta ver un oriundo del país del dragón por Ibiza.
Yo que soy nudista me fijo en la facilidad o dificultad que hay en según qué sitios para estar cómodamente desnudo en la playa. En Ibiza hay multitud de lugares donde practicar el nudismo, aunque haya gente vestida. En el fondo da igual si llevas ropa o no. Buen rollo. Y en Formentera directamente no te tienes que preocupar de si la playa está calificada como nudista o no. Te bañas como te apetezca y ya está, que para decirte cómo vestir por la calle ya está Barcelona.
El paisaje de la costa ibicenca es mucho más intrincado salpicado de acantilados y de calas y más monocorde a pesar de los recovecos. Constantes bosques de coníferas y calas de aguas limpias aturquesadas con clara arena fina en la orilla. Mientras que en la Costa del Sol el paisaje es más variado tierra a dentro, con una costa es más uniforme, de playas más largas y arena oscura. Para mí ha sido un descubrimiento que hace que tenga menos ganas de conocer el Caribe.
La Costa del Sol, salvo pequeñas excepciones es un lugar con mucha suciedad. Las calles están sucias, la gente no colabora con mantener la limpieza y los servicios de limpieza son bastante deficientes (sigo haciendo amigos). Ibiza es todo lo contrario. Está limpia, la gente colabora ensuciando lo mínimo y cuando hay suciedad las brigadas de limpieza trabajan a cualquier hora. Me llamó la atención observar como los propietarios de los negocios e incluso las viviendas fregaban (con su cubo y mocho) la porción de acera que tenían más cerca. Incluso la gente que trabaja en los numerosos mercadillos se encargan de dejarlo tan limpio como lo encontraron. Todo un ejemplo.
La explotación urbanística de Ibiza no ha sido ni de lejos tan brutal como en la Costa del Sol. No hay tanta vivienda encima del agua, las construcciones son de menor altura y en general el territorio está menos explotado, y las explotaciones agrícolas muy cuidadas.
Ibiza es un lugar en el que sí que hay diferencia –además de la económica- entre hacer un botellón y entrar en una discoteca. Los espectáculos y la forma de organizar las fiestas de las mayores y más afamadas discotecas del mundo son dignos de ser disfrutados en vivo y en directo. Sí, las copas en las discotecas son más caras, pero en cuanto sales de éstas resultan más baratas en la isla que en la Costa del Sol (sin olvidar que se trata de un lugar eminentemente turístico). Por ejemplo Mojito y San Francisco en la terraza de Amnesia 16’50 euros; la misma consumición en una terraza de Puerto Marina (Benalmádena) 18 euros.
Los horarios de las tiendas están adaptados al turismo, por lo que no es extraño que en la zona del puerto de Ibiza tengas las tiendas abiertas (y llenas de compradores) hasta pasada holgadamente la media noche. En la costa del sol es algo más extraño de ver.
El servicio que te dan los negocios hosteleros ibicencos es exquisito, formal, eficiente, impecable. En la Costa del Sol depende de la suerte que tengas.
No me encontré en mis vacaciones ni un solo espantaturistas en Ibiza. De hecho es altamente probable que mis próximas vacaciones también tengan Ibiza como destino.
Tampoco vi mucha policía, sólo unos pocos que estaban más preocupados de que el tráfico fuera fluido que de otra cosa, y lo curioso que teniendo en cuenta la concentración de gente, de alcohol y drogas que se da en la noche la conflictividad es muy baja.
Los taxis. La isla de Ibiza tiene cinco municipios y cada uno de ellos su propia agrupación de taxis, con sus correspondientes colores diferentes en las puertas, como en Málaga. Sin embargo tu puedes subirte a un taxi de Sant Antoni en Eivissa para ir a Santa Eularia y no pasa nada; mientras que en la costa del sol sólo puedes subirte a un taxi de la localidad en la que estés, con lo que la mitad de los viajes que hacen los taxistas malagueños entre distintas localidades son sin ocupante. No lo entiendo. Quizás tenga que ver con que los taxis no paran de trabajar en Ibiza a pesar de los numerosos taxis piratas que tratarán de abusar de ti cuando quieras ir de una discoteca a otra o regresar, agotado, al hotel.
Uno de los atractivos típicos de la Costa del Sol son los chiringuitos en los que comer pescaíto, unos buenos espetos de sardinas, unas puntillitas, coquinas y lo que se tercie. Uno de los encantos típical spanish de la costa. En Ibiza han dado un paso más adelante en el tema chiringuito. La idea es la misma, pero a todo confort. Las instalaciones parecen haberse escapado de un resort balinés, la atención es deliciosa, tienes a tu alcance cualquier comida o bebida, en un ambiente que invita a quedarse a vivir allí. Sobre todo el de Cala Jondal, los de Ses Salines o el famoso Chiringay de Es Cavallet. Algo así hace que no eches de menos la típica estampa costasoleña de filete empanado, ensaladilla rusa y sandía custodiadas por la abuela y el perro, mientras alguien llama a gritos a Vanesa.
Por cierto cuando llegas a la playa de Ses Salines y ves la zona de parking comprendes porqué se llena de gente con dinero. Ojalá los campings que he conocido estuvieran tan limpios y ordenados como la zona de parking de Ses Salines.
El tráfico rodado es mucho más tranquilo en Ibiza que en la CS, puede que sea debido a que la mayor parte de los coches que circulan por la isla son alquilados, y ese desconocimiento del vehículo y de las vías hace que los conductores sean más prudentes. Salvo los taxis, que corren como si en lugar de echar gasoil al depósito le echaran suubiiidóooonnn.
Hay dos cosas que no he visto en Ibiza, no iban a ser todo ventajas. No he visto un buen café, ni a gente obesa. No sé si estarán relacionados ambos hechos. Lo cierto es que es extraño que habiendo tanto italiano en la isla el café sea, por lo general, tan malo (salvo en un restaurante italiano que era tan bueno que parecía…portugués). Y los cuerpos obesos…creo que no los dejan entrar en la isla. Qué densidad de cuerpos tuneados. Nunca había visto tanto tío cachas, depilado y hetero en tan poco sitio.
Tatuajes. Si vas a Ibiza y no estás tatuado, lo estarás.
Dicen que Ibiza es un reducto hippie y es cierto. Todavía queda algún hippie auténtico y original que son muy fáciles de reconocer porque miran alrededor como no creyéndoselo resignados a ser los últimos dinosaurios de una época distinta. Pero si no eres muy exigente podrás ver otro tipo de hippies en diferentes estados de evolución.
No vi ningún Corte Inglés, ningún Carrefour, ningún Mercadona en la isla. Quizás por ello los precios de alimentación eran asequibles y la calidad de frutas y verduras excelente. Me llama la atención que en Ibiza no hayan entrado estas cadenas…sólo encuentro como posibles explicaciones que no han encontrado a gente sin tatuar para trabajar…o que cuando les decían el horario que iban a tener y la miseria que les iban a pagar, el/la aspirante se largaba entra espamos propocionados por el ataque de risa para irse a ganar más dinero trabajando menos en cualquier bar.
Eso sí en tema de drogas están muy igualados Ibiza y la Costa del Sol. Tienes todo lo que quieras probar al alcance de la mano, la lengua, la boca o por dónde te lo quieras poner.
Si quieres jugar al golf, tu sitio no es Ibiza que sólo tiene un campo y medio. De modo que si lo que quieres es jugar con el palito para meter en 18 agujeros, sí tu sitio es Ibiza, para jugar al golf mejor la Costa del Sol.
La música típica de la Costa del Sol son los verdiales (bueno es algo más de Málaga), mientras que en Ibiza (dale al play)
Aprovecho el punto para irme con la música a otra parte y desearos que disfrutéis de las vacaciones vayáis dónde vayáis.