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Y todas me diréis que la respuesta es obvia: compartir la belleza, claro, sino qué sentido tiene la existencia de las revistas de belleza, de blogs de belleza (como este), páginas webs, eventos de belleza, entre muchos otros.Las primeras revistas que existieron allá por el siglo XIX aproximadamente, fueron las de moda y con el paso de los años fueron surgiendo las de belleza que poco a poco nos iban hablando de productos de belleza, de consejos para cuidarnos, cosa que las marcas publicitarias aprovecharon al máximo para dar a conocer sus productos. Y entonces llegaron los blogs belleza donde hemos encontrado verdaderos tesoros de información y hemos agradecido siempre la opinión sincera de las que escriben sus posts y que además sean tan generosas y que compartan con nosotras sus secretos de belleza más preciados. Pero qué pasa ¿cuando esto no es así? y te encuentras con mujeres que te ocultan información. Es a partir de aquí que arranca la reflexión que hoy quiero compartir con vosotras... La redacción de la entrada de hoy surgió a raíz de una conversación que tuve hace algunas semanas con un grupo de mujeres, donde hablábamos precisamente de la importancia de cuidarnos, de los tratamientos más idóneos para cada una, de la constancia y lo más revelador e importante para mi: esas mujeres que se ven estupendas, con una piel preciosa, una figura envidiable y que aparentan hasta 15 años menos y que cuando les preguntamos qué hacen para mantenerse tan bien y tan guapas, su respuesta es: NADA.
¿Y por qué no dicen la verdad? porque no cuentan que van al gimnasio a menudo, que hacen una dieta estricta, que se hacen masajes y tratamientos de belleza continuamente y por supuesto que continúan el mantenimiento en su casa, ¿Por qué? porque les da vergüenza reconocer que gracias a todas esas ayudas extras se ven estupendas, o simplemente por egoísmo puro y duro? ¿Alguien lo sabe? Puedo llegar a "comprender" que algunas mujeres tengan cierto pudor en revelar esos secretitos de belleza como que se hayan hecho algún arreglito y hayan pasado por el cirujano, o que les cueste reconocer que sino fuera por el arduo ejercicio diario y privarse de caprichos culinarios no estarían tan bien conservadas. Pero lo que no entiendo es que en pleno siglo XXI, en el que las mujeres a base de esfuerzo y duro trabajo hemos conseguido infinidad de cosas dentro de esta sociedad machista que nos había tenido relegadas y oprimidas, seamos las mismas mujeres las que nos boicoteemos mutuamente y no me refiero solamente a no ser de verdad sinceras y contar a las demás el nombre de esa maravillosa crema o clínica de belleza, sino que mi reflexión va mucho más allá; me refiero a esa destructiva competitividad, a las críticas, al menosprecio, a poner obstáculos continuamente, a la hipocresía, a la sonrisa falsa, a sentirte molesta por los éxitos de las demás, y un largo etcétera más...
- Porque no soporto verte brillar...
No hace falta que profundice en el significado de esta fábula, ya que el mensaje es bastante claro. Sin embargo tengo que hacer la pregunta ¿Qué somos? una serpiente o una luciérnaga o bien ¿Qué queremos ser? una serpiente o una luciérnaga.
Fuente Me encantará saber ¿qué os ha parecido la entrada de hoy? y que nos contéis si alguna vez os habéis planteado alguna o todas las interrogantes que os he mencionado y por favor no os centréis sólo en el tema de la belleza, que para mi el sólo la punta del iceberg, que las mujeres somos mucho más que un aspecto saludable, buena genética, buen cuerpo, aunque estoy segura que eso ya lo sabéis! Muchas gracias por leerme y comentar. Me despido por hoy no sin antes dedicaros estas frase: "Una mujer que es amada siempre tiene éxito" Por Vicky Baum
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