Revista Literatura

Complejo

Publicado el 27 diciembre 2020 por Mrlagarto @mrlizardrisin

 NADA ES TAN COMPLEJO

Nada es tan complejo, nada en este mundo es tan complejo, no hay nada que no pueda ser entendido, aprendido, desmenuzado y eliminado, nada es tan complejo.

Si no eres tú, será otro, y así se irán intercambiando, pero todo será desmenuzado, todo, no preguntes cuando o como sucederá, luego, tan solo seguirás caminando, tomando grandes bocanadas de aire, como si cada respiración tuya fuera la última, como si este aire, que no se ve, que no se deja tocar, fuera a acabarse. Solo tienes noción del aire que te rodea cuando escasea, si, esos momentos en los que sabes que escasea, pero solo para ti.

Nada es complejo, nada que se toque, se vea, se huela o sienta, es o debe ser complejo, hay que saber dejarse llevar y dejar que nuestro cerebro analice, y si nada se enciende, pues deja pasar al siguiente en la fila, puede ayudar, entonces si este otro ser desarma el problema, la complejidad desaparece, y así, el mundo se hace cada vez más pequeño, esto que es nuevo, hace a la tierra más árida y a cielo, más negro.

Y ahí esta tu respuesta, pues que todo se comprenda, se desnude ante nuestros ojos, al hacerlo desaparece, muere, no significa que todo será mejor, pues muchas cosas deberían permanecer por siempre ocultas, inentendibles, al ir descubriendo, al ir desmenuzando, vamos a su vez abandonando, dando por sentado, ignorando, y lo ignorado indefectiblemente deja de existir, o se agota. Automáticamente se va a la búsqueda del próximo desafío, del próximo “aun-no-pensado" obstáculo, que de seguro ya está siendo gestado en alguna mente, quizás sea la salvación, la vida eterna (yo paso), quizás sea...nuestra aniquilación.

Complejo es encontrar ese motivo que nos trajo, complejo es responder lo que nos cuestionamos cada día, complejas son nuestras mentes, nuestras vidas.

¿De qué sirve ocupar un lugar en un cine destruido?

Somos algo más que un pedazo de carne y un montón de huesos, somos pensantes, aunque a veces, y por mi lo digo, no lo parezcamos.

Confío más en los animales que en los seres humanos, somos imperfectos, y nos importa mucho, somos verdaderamente complejos en nuestras vidas, en esencia, no en el camino, en lo que quizás nos define, confío más en mis perros, claro que sí, pues en su imperfección, son perfectos, realmente perfectos seres, sus vidas no fluyen alrededor de sus pequeñas imperfecciones, fluyen alrededor de lo simple, solo vivir. Aprovecho para decirte, que le cortaría las manos a quienes golpean o torturan a tan fieles seres, si es que hay un cielo, lo tienen ganado por lejos, nos soportan a nosotros, los humanos y ardua es la tarea, y ahí ves que Dios, se equivoca también, somos la marca de esa equivocación, la marca más visible del error.

Y los errores tenemos el privilegio de estos animales que incondicionalmente, nos aman, si es que la palabra aplica en definición para ellos también. Y si no lo hace, nos dan algo, sin pedir nada. Perdón si ves brillar mis ojos. Todo se define en un diccionario o libro, menos esto.

La ambición destruye, destroza todo a su paso, mis perros jamás ambicionaron tener seis patas o volar, los animales no destruyen porque si, los animales pueden matar, pero solo para sobrevivir, para comer.

Nosotros somos los únicos en este planeta que matamos por el placer de hacerlo, nos aniquilamos entre nosotros y ya que estamos, a los animales también, eso tiene un mal nombre llamado “deporte”, y paro aquí para vomitar mis tripas, no puede llamarse “deporte” a la muerte, bajo ningún punto de vista. Cobardes, disparar desde una distancia prudencial a una indefensa criatura, cualquiera sea.

Somos seres complejos.

Nos matamos entre nosotros, no para comer, quizá alguien diga que, para sobrevivir, pero no, otros matan en nombre de su religión, ideologías, su color, su lo que sea. Somos complejos y estúpidos.

Mayormente estúpidos.

¿Es que todo lo que dije te ha hecho pensar?, dudar quizá, es normal cuando te sorprenden y el disparo es certero, pero no te preocupes, no te preocupes en absoluto, en este preciso momento, estoy en el medio de una profunda crisis, y no de esas de acá, que quizá puedan arreglarse con un sillón y soluciones apretadas en frascos, mi crisis es puramente existencial. Soy nadie hasta que pueda resolver, no soy mi tiempo ni mi cuerpo, a pesar de que el tiempo solo existe si yo lo hago, ¿Qué seria del tiempo si no hubiera vidas divagando por ahí?, ¿habría tiempo como lo conocemos si fuera un mundo de rocas?, el tiempo nos necesita, necesita de nosotros, somos su alimento, se alimenta de vidas, nos consume, nos decolora y nos deposita en tumultuosas ciudades fantasmas, en donde todo lo que se ve, es cemento, flores muertas y tierra. Un lugar hacinado diría, necesito espacio, me falta el aire.

Pero esta crisis, no parece espantarlo ni hacerlo sentir piedad, sigue, devora, sigue, y yo, estoy estancado, sin existir, comiendo sin poder saborear, bebiendo sin saciar esa inmensa sed, transpirando en otra piel y haber olvidado la elevación que da el placer, por algo somos de carne, a través de ella podemos llegar a nuestro cerebro y tener una electrocución de placer.

Olvidado todo, no siento, no hay dolor, ni placer, ni saciedad, lastima o piedad, no lloro si te veo llorar, no me quiebro si alguien suelta mi mano, solo tengo una salida y dos llaves, no necesito ser sabio para saber lo que estas llaves significan, si puedo decirte, que, en esta vida en blanco, debe haber algo negro, pues demasiado blanco, está cegándome.

Pondré mi dolor y esta profunda pena que parece no tener fin, allí, en el aire, para quien quiera tomarla y hacerla propia, hare eso que tú haces a diario, quizá funcione esta forma de brujería y con solo mostrar el dolor, quizás se haga más pequeño, tanto, que desaparezca.

Seré sincero, tengo demasiado miedo.

Complicado, complicaciones, solo un título que le damos a nuestra falta de talento, a esas ociosas ganas de usar la masa gris que acarreamos dentro de nuestro cráneo, siempre dejándola descansar, a nuestro miedo de errar, a la falta de objetivos, de superarnos, siempre es mejor dejar la basura allí, hasta que otro venga y la recoja.

Nada es complicado, nada lo es tanto, que no pueda explicarse, por uno o por otros por venir, así hasta el momento en que nada existirá, seremos esa hoja en blanco que no podemos imaginar por lo finito de nuestras mentes, inteligentes si, seguro que sí, pero en la metafísica, creo que la mayoría perece, o se entrega a los brazos de la hermosa y juguetona locura.

Y de lejos, el disgusto en tu cara, dices que sonrío cuando debería preocuparme, que escapo cuando debería quedarme tras los barrotes, que estoy loco por hablar como hablo, y peor aún, lo hago frente a desconocidos, mi forma de sonreír, la manera de gesticular, falta que digas, de respirar.

Pues mirá, inocuo ser, iguales somos, sacos de huesos con vencimiento, somos nada en un mundo maravilloso, somo la mancha en la hoja en blanco, nadie entiende la locura, nadie entiende la cordura tampoco, al más inteligente de la manada, lo tratan de esquizofrénico, ¿entonces? Calla, por favor calla tu boca de engendro, calla, que estoy hablando. Sonrío así, porque es la única que tengo, soy esto, porque así es como me forjo este lugar, estas ideas que flotan bajo para que las alcancemos.

Viví, viví mucho, pero no molestes.

Nada ahí afuera es complicado te digo, somos nosotros los complejos, los que nos engatusamos, los que nos damos vuelta y vemos todo al revés, y no podemos entender, nada es complejo te digo otra vez, somos un gran lio desde la piel (el límite) para adentro, con la excepción de que nos encontremos con otra piel, allí comienza otra historia, otro desastre.

Para terminar porque quiero irme a lidiar con mis demonios y fantasmas (de seguro me extrañan, en cambio a vos, seguro nadie), estamos rodeado de tanta simpleza que hasta a veces ni siquiera tienen forma.

Sucede a veces, que hordas de ignorantes (algunos pueden ser sabios también), al no entender, al no decodificar, recurren a la matanza, el caos, arden cuerpos aun vivos, caen edificios con cruces y sin ellas.

No entendemos, destruimos, terminado el dilema.

Me miras como si estuviera exorcizando tu alma, bien, parece que aquí, tenemos otra cabeza vacía, con solo relleno de excremento, y menos, porque a veces, hasta eso sirve.

Te miro, te toco con un dedo, la electricidad es para ambos la misma, queda claro que existimos como cuerpos en este algo, siempre y cuando algún ente no se interponga y nos borre por siempre, y alguien nos guarde en un hueco en el campo, o alguna casucha de cementerio. ¿Para qué?, para nada, solo por guardar, guardar, guardar.

Prefiero saber por qué me voy, y flotar en el viento, desaparecer.

Me decís que el “amor” es complicado, confuso y doloroso.

Está bien si lo ves así, pero eso, no es más que un sentimiento, un impulso eléctrico, va y viene, es “identificable”, no es complejo, hay que encontrarlo, ignorarlo o dejarlo anidar, no hay lazo, no hay nada físico que una dos cuerpos ajenos, lo que siente uno, no lo siente el otro, no igual, ¿dolor?, no, no es dolor, es el enojo por ser dejado de lado, es el odio que crece por ver alejarse a ese que elegiste, el malestar de sentirse nuevamente en soledad, morir de sed por no saciar los deseos de la carne.

Carne, ¿entendés?, eso, no me vengas con amor, y dolor.

Es la necesidad de terminar con la soledad, obtener algo a cambio, como el placer, y dejar de soportar la idea de morir, o extraviarse en uno mismo, en soledad.

Creados, paridos, cosechados, complejos.

Soy altamente civilizado, complejo y avanzado, puedo conseguir ese amor que juras vive en un corazón, desde la pantalla de mi teléfono, soy un ser evolucionado, necesito de conexión y puedo encontrar ese amor, que no vive en ningún corazón, se enciende junto a mi pantalla, y se apaga con ella.

Pides atención, explicas como se siente, dibujas un mundo paralelo, una utopía. Escucho y entiendo lo que sueñas, pero no hay nada de lo que dices si no existe otra piel, otro cuerpo, para sentir todo lo que crees, necesitas de otra piel, de otro calor, polos opuestos, y tener cuidado nunca está de más, la mezcla, el choque, puede ser traicionero, puede ser que el lobo si arranque tu cabeza esta vez.

Nada de todo lo que ves, nada de toda esta evolución, borra el sentimiento de la soledad, y es inevitable, tarde o temprano, seremos seres divagando en soledad, mentalmente muertos, un cuerpo a la deriva, un cuerpo y nada más, algo, una “cosa”, esperando los últimos minutos de una cuenta regresiva. El principio, como siempre, es el final.

Imaginá, si podes, lo complejos que resultamos ser, que ideamos, creamos en nuestras mentes, imposibles nunca vistas, “cosas”, que en un tiempo debidamente calculado, no por nosotros, no, lo determinara algún ente que existe y no al mismo tiempo, la idea es tan confusa que colisiona su propia existencia y puede convertirte fácilmente en el ser más insano mentalmente del planeta, es como pensar en el infinito, o en la misma nada, nuestro complejo cerebro comienza a fallar en estas abstracciones, pero bueno, volviendo, estas complejas mentes, de complejos seres, que ni siquiera sabemos quiénes son, crean, generan, estas…antes llamadas “cosas”, en “algos”, con nombre, descripción y un uso, no muy claro al principio, pero totalmente necesario al final.

Luego, cada ser tropezando por el planeta, no podrá comprender la vida sin diferentes creaciones, inventos, hoy, para dar el ejemplo más cercano, ese celular que no paras de mirar con tanta pasión, es una extensión de tu cuerpo, sin él, no existes, falta algo, hasta la tristeza te ataca y te sumerges en un estado de alienación importante. Y, si usas tu cabecita, te darías cuenta que es una estupidez.

Ahora, esto es complejo para ti, pero lo utilizas, demasiado complejo, que ni siquiera importa que es lo que tienes en la mano. Mientras que, para su creador, ya no está dentro de sus limitaciones, tarea superada, para él, es nada, no existe, se fue de su mente, él sabe que es lo que sostiene tu mano y, sin embargo, no lo ve, al menos, no lo ve como tú lo haces.

Crea y deja de existir. Escribo y libero a mi mente de esos personajes, de esos paisajes, de esos demonios. Ya no existen, solo están en papel, yo entiendo, tu no.

Siento que mi mano ya no puede sostener nada, que esta mesa que aun golpeo y suena, dejara de sostenerme en algún momento y todo mi cuerpo, lo que era mi cuerpo se desparramara en el piso, pues mi complejidad ha dejado de ser, y por lo tanto debo dejar de existir, porque quiero o porque debo, alguien tiene que irse, y soy yo.

Como duele el metal, duele el agua, el infierno, el cielo, duele, estar parado aquí, frente a vos diciendo esto, duele, dolor, maravillosa sensación que nos recuerda que estamos vivos, rodando, bien o mal, pero vivos. Y se me viene la frase “lo bueno que es estar vivos”, al que la invento le digo, “contame un poco mas de lo bueno, porque lo malo lo conozco casi todo”.

Si si, ya sé lo que pensás, no merece vivir quien no desea la vida, quien no la ama, pero lo mío es complejo, como vos o como yo, lo mío es amor-odio, ayer quería estar horizontal y con una frazada de tierra, hoy no, y basta, solo hoy no.

Complejo, palabra complicada, nada es demasiado complejo, siempre va a caer algún iluminado y eliminar la complejidad, para que los burros podamos pasar.

Vos, tu forma en que usas ese cerebro, la forma en que pensás, eso sí es complejo. Vos, decís que extrañas queriendo olvidar, incinerando todo, pero…de esa manera, se olvida uno, si extrañas algo o a alguien, no te deshaces de todo, al menos déjate los recuerdos, ahí si te creo que extrañas, pero creo que te equivocas y hablas por inercia, no tenés idea de lo que decís, tu complejidad te marea, sos una madera, una piedra.

Pero hace lo que quieras, el que menos piensa, es el que mejor la pasa, te avise, no vas a extrañar más, solo vas a olvidar, y después no queda nada.

Y cuando ya me quiero ir, me volvés a gritar que yo siempre hablo de irme, y si, tenés razón, pero yo también la tengo, no es que no te quiera, no es que no quiera nada, que no agradezca y bla, bla, bla, no, pero ya que no pude optar entre nacer o no existir jamás, al menos tengo en mi, el poder de hacer con esta cosa lo que quiera, ojo, me gusta andar por acá, hay buenas tentaciones, la comida es buena, lugares de ensueño, y por supuesto, uno puede siempre, arrepentirse. Pero a veces, sábelo, me duele abrir los ojos, me acuchilla respirar, es una montaña arriba mío esto. Pero me hicieron y me conforme cobarde. Soy de los que sueñan nomas, soy de los que se ahogan en las fantasías de los libros, de una historia, de la música, sueño, me escapo, y por el lado me pasa la vida, y se que me va a despedazar a su debido momento, y yo la voy a esperar, soñando, y sin haber podido descifrar lo complejo de mis contradicciones.

Nada es complejo.

Bueno che, me canse de existir, de gastar saliva y tiempo, mi complejidad es un verso, soy tan complejo como sumar uno más uno, chau.

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