La falta de agua, de higiene y la pobreza extrema hace que muchas comunidades estén en riesgo de contraer enfermedades como el cólera o la diarrea, de sufrir deshidratación y de tener menos recursos para afrontar su futuro.
Son las 8:00 a.m. en una comunidad de África subsahariana, y ya hace varias horas que Natalie se ha levantado para ayudar en su casa, limpiando, lavando los platos y cuidando de sus hermanos pequeños. Le queda tiempo hasta que abra el colegio, pero hoy tampoco sabe si va a llegar, aún le queda la tarea más importante, encontrar agua potable y no sabe cuánto va a tardar.
En muchos lugares del mundo es normal tener que caminar durante largas horas para encontrar agua, y cuando no se encuentra la única opción es beber de charcos contaminados o de arroyos donde bebe el ganado.
Estas prácticas recaen casi siempre en los más pequeños y en mayor medida en las niñas, obligándoles a dejar el colegio y perdiendo la posibilidad de construir un futuro mejor.
El acceso a agua limpia no solo ayuda a prevenir enfermedades, sino que también es vital durante su tratamiento para lavar vendajes, manteniendo la higiene y evitando el contagio.
¡Ayúdanos a llevar agua, a llevar vida a las
irma nuestra petición y ayúdanos a proteger a la infancia más vulnerable. Cada día mueren más de 1.000 niños menores de 5 años por causas relacionadas con la falta de agua. Cuanto más lejos están del agua, más cerca están de la muerte.