La historia de Somalia va unida a la guerra, el terrorismo de Al Shabab, la piratería en el Océano Índico y la extrema sequía que ha provocado que 6,7 millones de personas, la mitad del país, necesiten ayuda humanitaria urgente. De ellos, 275.000 niños sufren desnutrición aguda severa, el estado más peligroso, aquel que les coloca a las puertas de la muerte.
Los ríos en Somalia están secos por culpa de la falta de precipitaciones desde hace cuatro años y unas previsiones que indican que, en la próxima estación de lluvias, el próximo octubre, nada va a cambiar. Por ello, la situación nutricional y de acceso al agua potable puede deteriorarse de manera muy grave. De sequías cada 10 años, el país ha pasado a sufrirlas de manera anual.
La sequía ha matado al 65% del ganado de Somalia, principalmente cabras y camellos, lo que ha sentenciado a la miseria a la mayor parte del país, de tradición nómada. Apenas quedan animales en esta tierra asolada por la desertificación.
En Save the Children estamos atendiendo en centros hospitalarios y en campos de desplazados a estos niños y sus familias. Queremos contarte más sobre cómo lo estamos haciendo.
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