La felicidad son momentos, afirmo seguramente equivocado, o incluso periodos relativamente cortos. No sé donde he oído que la felicidad es cuando nos acostumbramos.
El viernes y gracias a la ayuda impagable de un grupo de excelentes amigos, a los que estaré eternamente agradecido, publiqué «A Propio Riesgo», segunda recopilación de las píldoras, relatos, entradas, narraciones, elucubraciones e idas de olla que llenan este blog. José Luis Subirats (@staribus66) escribió una introducción magistral y humana, brillante y tierna, cómo todo lo que hace; Melchor Miralles (@melchormiralles) compuso un emotivo y excelente prólogo que hizo que un servidor se emocionase y se replanteara antiguos conceptos como la lealtad y la amistad; Carmen García (@CGT2009) me dejó usar en el blog y ahora en el libro una inspiradora y genial fotografía epítome de mi idea de la escritura; Francisco J. Campos (@domin4trix) hizo la espectacular y preciosa portada que orna el libro, en media hora, como quien no quiere la cosa y con la proverbial humildad que engrandece aún más, a este amigo de sus amigos siempre presente y dispuesto a hacernos felices.
Hay veces que las cosas no pueden ir peor y empeoran, os lo puedo afirmar empíricamente. Hay contadas ocasiones en que ocurre lo contrario y hoy ha sido una de ellas.
He recibido este regalo de Pablo Rodríguez (@jbgoode09) que me dejado sin habla y admirado y que quiero compartir con vosotros.
Muchas gracias a todos, sobre todo a ti, compasivo lector, que eres quien me mueves en esta aventura.
ODA A @GASOLINERO
por la publicación de su nuevo libro “A propio riesgo”
En un lugar de La Mancha, otra vez,
pero algo después que la anterior,
habita un desertor del surtidor
al que las redes encumbran con prez.
De la feria ambulante de su mente
brotan mil historias sin moraleja,
anécdota local e historia vieja,
retratos vivos de un mundo demente.
¿Cuándo trocaste, Paco, las estrellas
que abovedan silentes la meseta
por esos relámpagos y centellas,
atentes en tu pluma de esteta,
que cimentan tu universo soñado?
Mora Apolo en tu mirada discreta.
Pablo Rodríguez Canfranc, mayo 2011