¡Bienvenidos una semana más a mi blog! Hoy vengo por fin, con algo que tenía en mente desde hace mucho tiempo.
No sé si también os sucede que, a veces, mientras escribís os surge una duda ortográfica de esas que os bloquean e impiden que avancéis vuestro texto.
Y sí, Descartes pronunció en su día aquella famosa frase de:
Solo sé que no sé nada.
Pero hay que admitir que es frustrante y contradictorio, bloquearse con algo tan imprescindible para un aspirante a escritor como una duda sobre ortografía. Así que cualquier ayuda extra en ese sentido, creo que debería ser bienvenida. Y con ese ánimo surge esta nueva sección.
Evidentemente lo que vaya subiendo en este apartado procederá de diferentes fuentes en la red, con la información debidamente actualizada, así que aunque el mérito no sea mío, espero que mi recopilación os sea útil. Yo soy la primera torpe, y si de repente me surge una cuestión de ese tipo, tengo más o menos unos lugares de referencia, pero últimamente gracias a Instagram he aprendido muchas normas nuevas, no tan nuevas, que quizá os sorprendan tanto como a mí.
Soy consciente de que frente a aquellos que tratamos de pulir nuestros textos al máximo, están otros que crean su propio sublenguaje dentro de nuestro idioma. Y, es verdad que existe la llamada licencia poética, pero me vais a tener que perdonar: hay faltas de ortografía que hacen daño a la vista. Y eso de la licencia poética no sirve como argumento en cualquier situación o texto. Al menos no para mí. Quizá soy una lectora demasiado exigente. Y tampoco nos salva de equivocarnos el diccionario inlcluido en redactores de texto como el archiconocido Word. Así que no os fiéis ciegamente de él. Siempre conviene repasar, por si acaso.
No obstante, hoy no voy a hablar de ese tipo de dudas, sino de esas palabras que ni siquiera nos hacen dudar, porque desde que nacimos las hemos escrito de un modo determinado, y de repente la RAE ha decidido modificar su grafía. ¡Bufff! Esas fastidian más, al menos a mí, ¿no os parece?
En fin, no quiero aburriros mucho. Así que voy de lleno con lo que quería contaros. Esta norma a mí me pilló totalmente por sorpresa. Me encantaría que me indicaseis en los comentarios si ya la conocíais y soy la única en el planeta que vivía tranquilamente al margen de su ley o si, por el contrario, os sorprende tanto como a mí.
¿Vamos al lío?
Lo cierto es que he sido y sigo siendo muy reacia a dejar de acentuar la palabra solo cuando funciona como adverbio, y los demostrativos cuando actúan como pronombres, pero esta que os muestro hoy, también me va a costar aceptarla. Así que si veis que se me escapa una tilde con ella no me lo toméis en cuenta: es mi particular forma de protesta. ¡Soy una rebelde!
Por si queréis ahondar en el tema, os dejo el enlace al diccionario online de la RAE, con su explicación al completo. Así como un artículo del ABC que data del 2010, año en que se instauró esta norma (sí, habéis leído bien, han pasado
A propósito, en otro post futuro hablaremos sobre cómo insertar cifras de forma correcta en nuestros textos. Algo muy interesante y que me cuesta dominar.
¿Qué me decís? ¿Conocíais la norma de la que os he hablado hoy? ¿Sois de los que la aplicáis sin miramientos o de los insurrectos? Me encantaría conocer también, si os interesan este tipo de entradas.
Nos leemos.
Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería y el mix-media. Producto de esa etapa nació:
Afortunadamente, las letras han regresado a mi vida y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo.Te lo contó Rebeca.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure