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Con cariño

Publicado el 21 septiembre 2012 por Mramor

Una carta de amor con una rosa blanca

Sacar las cajas de la alcoba, soplar el polvo que las recubre desde por lo menos cinco años. Volver al sentimiento de juventud y al abrirlas que llegue el cosquilleo de aquellos maravillosos años.

El contenido de esas cajas fueron en su momento el único nexo de unión entre tú y su amor. Esas cartas, a las que hoy les dedicas sólo el tiempo de ordenar y recordar, las has releído mil veces. Llegaban, con una bonita letra escrita en el sobre. Algo personal, directamente pensada para tí. No es sólo tu dirección, es el lugar al que se envía, la casa del destinatario. Ese mismo lugar en el que te gustaría estar, pero para compensar la tristeza escribes una carta.

Así es, escritas con amor y leidas con todo el cariño del mundo para saborear cada palabra. Las cartas de amor van perdiendo fuerza, pero es sin duda algo especial incluso hoy en día. Un detalle que se guarda, que queda para meter en una caja y el día de mañana recordar como nunca, los mejores momentos de un amor que fue o que aún es.

No es que haya recibido muchas, aún soy joven, espero que estén por llegar. Pero las que tengo las guardo como oro en paño. Fueron escritas para mí. Pensaron en mí a la hora de dedicar unas palabras de amor. Dejaron volar la imaginación siendo yo la inspiración.

Da pena que hoy los mensajes de amor sean un simple y triste “tqm”. Pero es así, y pocas personas se acuerdan de lo dulce que es abrir un sobre con una ilusión desorbitada y comenzar a leer, a sentir que todo lo que dicen unas letras sea el sentimiento más fuerte que puede llegar desde tu pareja. Por que pasa y mucho, que cuando escribimos dejamos volar la imaginación, y todo porque creemos estar justo al lado tuyo.


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