Con el ala ancha

Publicado el 30 abril 2020 por Evamric2012

No sé, y menos aún hoy me atrevería a pensar por ti, por mí… ni por aquel.


Gracias por todo lo que me enseñaste, Maestro.


Esta pandemia a cada uno le está llevando como mejor puede; a algunos con rabia,  a otros con pena, a otros con mil y una noches de cuestionamientos ante los cuales la incertidumbre los consume o los devora…

Lecturas, vídeos, música, ópera, teatros y operetas, series, pelis, grabaciones, experimentos culinarios, diarios de su cotidianidad, facebooks, blogs, instagrames, tiktoks, y quien sabe cuántas cosas más no habrán probado… y callan.
De alguna manera unos y otros y “otres” se desnudan, cuentan, se cuentan y  nos cuentan, critican y abren sus puertas, y nos envían miles lecciones de moral.
Los hay que piensan que esto nos cambiará como seres mortales e inmortales,  otros dirán que sólo vamos e iremos a peor, se mencionarán complots, conspiraciones,  y ¡qué sé yo!
La única certidumbre que me queda, y es la que me resisto a soltar es de la de que en este laberinto de incógnitas en las que convivo soy la única responsable de lo que me toque y nos toque por lidiar por el momento es en la que me asumo y sola y como lo que soy: una pequeña partícula dentro de este caos que me rodea.
Y que les dejo, y os dejo a todos, tan solo lo que a cada uno de vosotros y/ o a cada uno, lo que a cada unos y otros,  nos  toque por lidiar, asumir, pelear, despotricar, solidarizar… etc, etc, etc…
Ya que, ¿qué os voy a contar que ya no sepáis? 


Y peor o mejor aún¿qué idea os haría hoy cambiar de esa opinión fija, obtusa, o TAN CIERTA COMO INCIERTA que ya no os hayáis hecho de todo esto?