Por suerte para todos, hay personas que se salen del estándar, porque aportan algo extra. Hablo de los creadores, de quienes son capaces de dar rienda suelta a su imaginación, proyectar y, finalmente, materializar: los artistas. Los que, además, ayudan a otros a imaginar y sentir a través de sus creaciones. Hoy quiero hablar de Gustavo Moral, santanderino, musicólogo, crítico musical, compositor, actor, productor de espectáculos y director de escena. Y además, creativo y generoso. Hace muchos años que decidió intentar vivir de lo que más le gusta, y puso en marcha el proyecto EducArte. Le conocí en el año 2000, cuando él hacía crítica musical en el diario Alerta y en otras publicaciones, y yo me encargaba de la comunicación del Encuentro de Música y Academia de la Fundación Albéniz. Desde entonces hasta ahora, ha hecho muchas cosas. La última: estrenar en el Teatro Filarmónica de Oviedo su espectáculo, ¨Concierto y sentido del humor¨.
Un concierto distinto, a medio camino entre los espectáculos musicales y los didácticos.Un nuevo éxito para él, y para quienes han compartido escenario con sus muñecos, Evaristo y Evarista. Esta vez, la Filarmonía de Oviedo, dirigida por el joven director Julio César Picos interpretó conocidísimas composiciones de Mozart, Beethoven, Schubert, Ravel y Strauss, entre otros. Ha participado también la actriz Isabel Muñoz. No pude quedarme al estreno, pero al menos pude ver uno de los ensayos con Gustavo, con Beatriz Cabrero –inspectora y regidora del Filarmónica- y con Evaristo, que escuchaba encantado desde el patio de butacas.
¨Concierto y sentido del humor¨ ha sido todo un éxito. Uno más. No sabéis lo que me alegro. Estoy segura de que le seguirán otros muchos. Y, desde este pequeño rincón, le deseo toda la suerte que merece, y más. Muchas felicidades.