Al acostarme yo me inundé de inquietos sueños,en ellos habitabas tú, mi garganta bella,y cuando corté los hilos de una hermosa estrellacalló la música en aquellos cielos pequeños.
Y por todos los medios intentaba pegarlapero no se aguantaba, al poco que caíayo me disgustaba porque no lo conseguíay por la fuerza fue mía esa noche al callarla.
Al despertarme vi que no estabas, tú te fuistecon la luz apagada, todavía apagadacontinúa con mi oscura mañana enfadadapues en ella, fue que la estrella y su luz perdiste.