Mientras agregaba otra cucharada de chocolate en polvo a mi leche con chocolate, recordé los excesos de mi mamá cuando yo era niña. Era genial. El chocolate, cargado. Las quesadillas, con mucha mantequilla encima; los hot cakes completamente cubiertos de azúcar. Mi abuela se encargaba de la mayor parte de mis comidas, así que los excesos de mi mamá eran experiencias ocasionales para mí.
Silvia Parque