Con oído atento (Los sentidos, 1ª parte)

Publicado el 14 enero 2012 por Zilniya

 

Hace un tiempo me preguntaron qué es lo que más me inspira. Respondí de forma genérica que TODO. Y sin exagerar. Se trata de tener una actitud abierta y de observar las cosas como si fuera la primera vez, fijarse en esos detalles aparentemente insignificantes. Dejar que nuestros sentidos sean permeables.

En esta serie de los sentidos que comienzo hoy -fiel a mi filosofía de “hacer listas” y el “reciclaje literario de ideas”- la dedico al oído.

Porque cuando pongo el oído atento, descubro:

  • Que hay mares en las caracolas, riachuelos en las tuberías y tormentas de nieve en los auriculares con interferencias.
  • Los sonidos naturales del hogar cuando se apaga la omnipresente televisión: la máquina de coser de mamá, la respiración profunda y grave de papá echando la siesta, los pasos tímidos y acolchados de mi gato, las voces de los niños jugando en el patio…
  • Lo agradable de oír leer a otra persona, sobretodo si se trata del encantador timbre de un niño o niña, o el acento peculiar de una persona con acento extranjero.
  • Que hasta el silencio inspira, como cuando dos amig@s comparten un rato callados, no porque no tengan nada que decirse, sino que no les es necesario hablar para disfrutar de la mutua compañía.

¿Y tú? ¿Qué maravillas descubres cuando pones el oído atento?