Revista Talentos
Elvira se hallaba ensimismada ante el espejo probando un nuevo producto desmaquillador, cuando descubrió aterrorizada que sus ojos aparecían parcialmente borrados de su rostro. La pericia de un cirujano plástico recuperó en su totalidad sus hermosos luceros verdes; pero no logró que ella viese el mundo con los mismos ojos.