con tu vena en mi sangre, con mi sangre en tu vena.

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Con tu vena en mi sangre, con mi sangre en tu vena.
Con tu ósculo mi piel pulsa  con los sones de tus alas recias  con tu centella candente que pasea por mi orbe, y su fronda besa, con besos de lirios blancos, y con tu acierto que me eleva. Bocas que miel rezuman,  se atan y se entregan en las primaveras de una hermosa vereda. En el canto de su nido el ruiseñor, la alondra y el poeta de mieles en panal para el hambre de delicias plenas. Entre flamas y arboledas,  miradas de frente y el corazón que se enerva, en latidos vivos el rubí y la perla. ¡Galán, my buen amante! me fertilizas y riegas  y en tu fuerte rama  sabes mecerme como mansa fiera... con tu vena en mi sangre, con mi sangre en tu vena.
Carmen Silza