Es por eso que yo he recurrido una vez más a la cocina sana y casera para enriquecer caldos, potajes, sopas e incluso verduras.
Este concentrado de caldo de pollo sustituye a los cubitos de caldo de toda la vida, que yo por cierto, hace años que dejé de comprar.
Es una manera rápida y sabrosa, sobre todo para épocas del año en las que el frío nos acompaña, de conseguir un caldo sin usar esos calditos industriales, y además, los hacemos a nuestro gusto eligiendo los ingredientes.
En esta ocasión los vamos a hacer de pollo, pero para los vegetarianos, quedan igual de ricos sólo con las verduras.
Vamos a conocer qué necesitamos para elaborarlos:
Ingredientes:
- 300 gr de pechuga de pollo limpia de grasas
- 200 gr de verduras (las que queramos, por ejemplo, zanahoria, puerro, cebolla, calabacín…)
- 150 gr de sal marina gruesa
- 50 gr de agua
- hojas frescas de hierbas aromáticas (por ejemplo: romero, orégano, cilantro, tomillo…)
- 2 cucharadas de aceite de Ajojil
- 1 hoja de laurel
- 1 clavo de olor
Preparación con la Thermomix:
Trocear las pechugas y meterlas en el vaso. Triturar 5 segundos a velocidad 7. Sacar y reservar.
Meter ahora todas las verduras troceadas junto con las hierbas aromáticas elegidas y triturar durante 10 segundos a velocidad 5.
Añadir la sal, el pollo que ya hemos triturado, el agua, la hoja de laurel y el clavo. Programar 30 minutos a velocidad 2 y temperatura Varoma, colocando el cestillo en vez del cubilete, para que éste no salte.
Cuando finalice el tiempo programado, quitar el cestillo y volver a poner el cubilete y mezclar 1 minuto a velocidad progresiva 4-7-10. Ya está listo para guardar.
Podemos, con ayuda de una lengua, guardarlos en cubiteras de silicona en el congelador. Otra opción sería almacenarlo en recipientes herméticos también en el congelador.
Al contener tanta sal, estos cubitos no se congelan, estando siempre listos para su uso.
La proporción será una cucharadita por cada medio litro de agua para conseguir un estupendo caldo de pollo. También, si lo diluimos en un poquito de agua caliente, nos servirá para rehogar verduras e incluso para enriquecer en sabor y nutrientes a unos huevos revueltos, aunque en este último caso habría que usar menos de una cucharadita, así evitaremos que quede muy salado. Es preferible quedarnos cortos y luego añadir más, que pasarnos con la sal.
Si no disponemos de Thermomix, también podríamos elaborarlos con un robot de cocina que triture bien el pollo y la sal gruesa. Seguiríamos los mismos pasos y lo cocinaríamos a fuego medio durante 30 minutos removiendo con una cuchara de madera.