Media Columna de Jorge Morelli. (@jorgemorelli1).
CÓNDOR MAGNÍFICO.
Aprovecho el agujero al centro de la tormenta política local para elaborar una hipótesis de bolsillo sobre el extraño giro que viene dando la economía global.
La onza de oro llegó a valer 1,800 dólares el año pasado antes de desplomarse en los últimos nueve meses a los 1,400 de hoy. Esto perjudica al Perú, que tiene oro. Desde la crisis global de 2008, el oro ha sido el refugio para los capitales que vuelan, cual cóndores cansados, por el mercado global sin hallar donde posarse. Y de pronto deja de serlo.
Especular sobre la causa solo me valdría la acusación de estar abrigando teorías de la conspiración. La pregunta que importa es: al desplomarse el oro, ¿qué lo reemplaza como refugio? Respuesta: hasta hace un mes, las bolsas de las economías desarrolladas, que crecieron más de 25% en los últimos meses. Se ha vendido oro masivamente para comprar acciones.
Sin embargo, el ave magnífica no permaneció allí. Algo atrajo su atención. Desde hace un mes, aproximadamente, las bolsas se desploman y el oro no se recupera. Algo los reemplaza a ambos. Los bonos de los “pigs” -Portugal, Italia, España (Grecia ya ni cotiza)-, pero también los del Reino Unido y, por sobre todo, los del Tesoro americano (a diez años). Esos se derrumbaban hace un mes cuando las bolsas subían como la espuma. Se comenzaba a vender bonos para comprar acciones. Hoy los bonos suben exponencialmente sobrepasando a las bolsas, que se desploman.
Ojo a la secuencia, entonces: oro, bolsa, bono… Los gobiernos están echando mano nuevamente a los capitales para financiarse. ¿Están corrigiendo realmente sus políticas monetarias y fiscales? O de nuevo la buena fe de la gente es inducida a creer que la palabra de un gobierno vale más que las empresas y los sólidos lingotes.
Una vez más, la política quiere prevalecer sobre la economía. Pero no durará, porque es una ficción. El oro recuperará su lugar en una economía global que aun no aprende a manejar la proporción áurea que existe entre la economía real y las finanzas virtuales. Por lo tanto, si usted tiene acciones de minas de oro del Perú, atesórelas y no las venda, porque volverán a elevarse con el Perú y con usted a cuestas.
