Conductismo y delfines

Publicado el 24 diciembre 2013 por Biencriando

El conductismo se basa en modificar la conducta de una persona o animal a base de castigar las conductas que no nos gustan (refuerzo negativo) y premiar las que sí (refuerzo positivo).

Puede tener sus beneficios en el tratamiento de algunas alteraciones psicológicas, pero en nuestra opinión no debe ser utilizado como método educativo porque altera la finalidad del porqué hacen los niños las cosas.

No estudiarán porque hayan entendido que puede ser importante para su futuro, lo harán para ser premiados o no ser castigados. De este modo, estamos moldeando personas a nuestro gusto, ignorando y distorsionando sus intereses al mismo tiempo que limitamos su libertad.
Es por esto que consideramos que eso no es educar, es amaestrar. El método es exactamente el mismo que se utiliza con perros, delfines, etc.

Últimamente hay gente que opina, que castigar está mal y que premiar está bien. Pero el efecto es el mismo, el niño lo percibe de manera muy parecida. ¿Qué pasará si no consigo mi objetivo? No habrá premio… ¿No es eso un castigo?

Tenemos muy integrado reforzar de manera positiva constantemente a los niños en cuanto hacen lo que creemos correcto, con un “¡¡¡bieeeeen!!!”. Eso, no es más que un premio para un niño que se acostumbrará y podrá llegar a depender de buscar la aprobación de los adultos constantemente. Es posible que deje de hacer lo que quiere hacer, para hacer lo que sabe que les gusta a los adultos, alejándose así de sus intereses reales que son con los que él disfruta de verdad y en los que podrá destacar.

Los mismos defensores del conductismo en la educación saben que en el fondo no es algo correcto. De otro modo, ¿para qué utilizar eufemismos como “la sillita de pensar” o “enseñar a dormir”? Cuando en realidad están intentando ocultar un castigo o una desatención deliberada con tal de moldear al niño a su gusto.

¿Estás de acuerdo?


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