Fundido en la lluvia la tarde recorro. No me detengo en mi camino. Un rayo rasga el cielo y un trueno lo sigue. Camino con prisa, las nubes me alcanzan con cada gota. El abrigo hace poco, tirito de frío. No hay nadie en la calle. Llueve con fuerza.
Lo cierto es que no me esperaba esto. Me esperaba un día luminoso, frío pero con luz, no la tormenta en la que camino. Un día agradable, un día esperanzador, un día de sonrisas externas e internas. La tormenta no da tregua, tengo el pelo empapado y el corazón en un puño.
En mi cabeza resuena "¿Qué estás haciendo?". "Vuélvete a casa" se queja mi ser "Estás perdiendo el tiempo". El viento me empuja y se pone en mi contra. La lluvia me corta. Tengo miedo. No sé qué hacer, igual volver es lo más acertado.
Entonces a lo lejos veo una luz brillar, plateada, preciosa, guiando mi camino. Una luz compañera, una luz singular.Miro al cielo y sonrío contento a la Luna. Llego a tu puerta y tomo aire.