La cuestión es que entre tanto drama y tensión que viven Walter White y Jesse Pinkman hay cierto personaje que le da un toque de humor a la serie, y ese es Saul Goodman, un abogado hortera, sin escrúpulos y muy echao p’alante que saca (a veces sin demasiado éxito) a los protagonistas de muchos aprietos.
Al final los acuerdos han llegado a buen puerto y Saul Goodman finalmente tendrá serie propia, de un tono bastante más humorístico que Breaking Bad y que nos contará el día a día del abogado y sus casos. Vamos, que nos da buenas vibraciones por un tubo.
Es curioso que el canal AMC (Breaking Bad, The Walking Dead o Mad Men) se aleje de las series dramáticas para meterse de lleno en una comedia, pero vista la calidad de todas sus producciones, habrá que seguir de cerca el spin-off de Goodman. Y si no te gusta, ¡mejor llama a Saul!
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