Eterno problema de los que nunca hemos tenido mucho éxito en el romance. Jamás conquistamos a nadie, pero una vez comenzamos una relación es como si el diablo en persona hiciera que las mujeres se interesaran más de la cuenta en nosotros. En lugar de lamentarnos, busquemos respuestas, y la ciencia las tiene.
Es que desde la Universidad del Estado de Oklahoma Melissa Burkley y su equipo han llevado a cabo un experimento en el que se les pidió a 184 estudiantes heterosexuales que participaran en un estudio sobre atracción sexual, en el que una computadora les buscaría un compañero ideal. Sin embargo, los investigadores les tendieron una trampa, pues a todas las mujeres les mostraron la foto del mismo individuo, y a todos los hombres la foto de la misma mujer.
En este escenario los científicos les pidieron a los estudiantes que eligieran si querían tener una relación con él, diciéndoles a algunos que el candidato ideal era casado y a otros que era soltero. Y aquí empezó lo interesante.
Mientas los hombres no mostraron tendencias particulares, las mujeres sí lo hicieron. A aquellas que se les dijo que el candidato era soltero en un 59% de los casos dijeron que estarían dispuestas a tener una relación con él, mientras que en aquellos casos que se les dijo que el candidato era casado las respuestas afirmativas ascendieron al 90%.
Detrás de esto los investigadores encuentran un mecanismo puro de selección sexual. Si el candidato es casado esto se traduce en el apetito sexual femenino como un macho ya testeado que ha demostrado éxito reproductivo, y por lo tanto un buen amante. Sin embargo, cuando el macho está soltero, aún no ha demostrado su garantía de reproducción.
Vía Ojo Científico
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