Una charla con Fernando Hidalgo, autor de doslibros de cuentos y administrador de un sitio que parece un foro pero no lo es:Letras Entre Amigos. Más popular por sunick «Panchito», pocas son las personas asiduas a los foros literarios que no loconocen.
Mi primerencuentro con Fernando Hidalgo fue en el foro Bibliotecas Virtuales hace yacinco años. Muchas lunas hantranscurrido desde entonces y es ahora cuando decidí entrevistarlo, tomandocomo pretexto la publicación de sus dos libros de cuentos: «Fábulas del siglo XXI» e «Historias para minutos», los que se pueden leer absolutamente gratis en 24symbols. Digoque es un pretexto pues él siempre ha rehuido cualquier clase de publicidad, esuna persona que ayuda en silencio y sé por experiencia que hay algunos escritoresy aspirantes a serlo que le deben mucho. Fernando es un lector avezado, uno de los pocos que conozco que sabediseccionar un texto y encontrar los defectos aunque a nosotros nos parezcaperfecto, lo cual es de agradecer en un mundo donde por lo general las lecturasse hacen por amiguismo y las felicitaciones por reciprocidad.
―Fernando,¿cómo irrumpes en el mundo de los foros literarios y por qué siendo deprofesión médico eres tan buen lingüista y un excelente corrector de textos?
―HolaBlanca, va a ser un placer hablar contigo de Literatura. Llegué a Bibliotecas Virtuales de modo totalmentecasual. Alguien contactó conmigo por e-mail a raíz de un libro que escribió mipadre y me sugirió que pasara por ese foro. Yo ni siquiera sabía entonces queexistían sitios como ese. Nunca se me habría ocurrido. Hice bachiller deCiencias, no de Letras, y disto mucho de saber lo que sabe un filólogo. Sinembargo la lógica del idioma me apasiona. La lógica del lenguaje es bastanteparecida a la lógica del Álgebra, por ejemplo, o de la Informática. Poreso, cuando descubrí el foro, me hice asiduo.
―No sé si Bibliotecas Virtuales fue un foro tanbueno como lo recuerdo o si lo considero así porque le guardo mucho cariño porser el sitio donde podría decir que aprendí que escribir era algo más que poneruna palabra tras otra. ¿Qué piensas deese foro? ¿Cuál ha sido el que más has disfrutado?
―Yo tambiénle guardo mucho cariño. BV fue en su momento un gran foro, bien organizado ycon bastante actividad. La organización depende de la administración del foropero la actividad, la vida, se la dan los usuarios. En aquellos momentos, haceunos cinco años, confluyó allí un grupo de gente valiosa y muy participativa.Tuve la impresión de que había dos tipos de escritores: los que realmentequerían hacer Literatura y buscaban mejorar, perfeccionarse, y los que sóloquerían dar a conocer su hobby, sinmás pretensiones; ambas posturas son muy válidas, pero el comentariosuperficial y amable que requerían los segundos no servía para los primeros,que necesitaban una crítica veraz y que les fuera útil. Empezamos a hacerlo así y, salvo algún pequeñoroce al principio, se asimiló muy bien y creo que fue entonces cuando BV viviósu edad de oro. Después se vino abajo por lo de siempre: conflictos entre laspersonas. Visitarlo ahora es como pasear por una ruina romántica. Allí estácasi todo, aún, como las tumbas de un cementerio olvidado. Sólo he participado en cuatro foros deLiteratura: Bibliotecas Virtuales,Prosófagos, Prosadictos y Letras entreamigos. Pero básicamente ha sido con las mismas personas, que han idopasando de un foro a otro. Para mí todos son el mismo foro y he disfrutadotodos por igual.
―Un foroliterario es un lugar de encuentro entre personas con un mismo interés: elintercambio de opiniones acerca de sus textos, sin embargo hay quienes entranúnicamente para ser leídos o en algunos casos para ser corregidos, sin aportarnada positivo, ¿qué les dirías a esas personas?
―Los forosson para compartir. Si no se da, no se recibe. Por lo que he visto, los mejoresescritores no suelen ser los mejores críticos, y viceversa. Si alguien escribemuy bien, o alguien analiza un texto muy bien, para mí es valioso y aporta algopositivo, aunque no participe en otros aspectos. Hay personas que no comentanporque no se les da bien o no les interesa comentar; y personas que no escriben,por los mismos motivos. A eso no le doy mucha importancia. Lo que sí la tienees la actitud. Hay que aportar, o uno mismo se excluye. No responder a loscomentarios, o ser agresivo en la crítica, incluso grosero, o excesivamentedistante, prepotente, o recalcitrantemente obtuso, o demasiado susceptible… Todoeso da problemas.
―No siemprereina la armonía en un lugar donde hay muchas personalidades diferentes y esbien sabido que los escritores tienen un ego más grande que ellos mismos. Séque has tenido algunas diferencias con otros participantes, ¿qué es lo que máste irrita de estos sitios?
―EnInternet, con la distancia y el anonimato, surgen roces con facilidad. Pero unforo de Literatura debería ser distinto. Se debe acudir a estos sitios con unaactitud de aproximación a los demás, de descubrir y compartir ideas y puntos devista. A veces se tocan temas sensibles; dices que los autores tenéis un gran ego,pero también sois vulnerables pues de algún modo os reflejáis sobre lo queescribís. Existe ese pudor. Sin embargo la crítica, la opinión, ha de sersincera; si no, no serviría para nada. Por eso creo que un foro de Literaturaha de ser un grupo de amigos, un lugar sin máscaras ni naipes en la bocamanga,donde se pueda comentar con franqueza sin que eso se diga ni se reciba como unaofensa. De lo contrario es fácil que acabe siendo un corral de gallos. O unacuario de ostras. Los malos entendidosimposibles de enderezar por la necedad que los acompaña son lo que más meirrita.
―En laactualidad administras más que un foro: un club de escritura. ¿Qué expectativastienes? ¿Estás satisfecho con la participación de sus miembros? ¿Qué te motivóa abrirlo? ¿Cuál es la diferencia con otros?
―Verás,tanto Prosófagos como Prosadictos surgen de “naufragios”. Son botes salvavidas creados a toda prisa porqueel barco anterior se hundía. Después de ver lo que sucedió con Prosófagos y el rumbo que tomó Prosadictos, ya no quise seguirapostando por ese modelo. Si el foro al final pertenece a una sola persona, lomejor es que quede claro desde el principio. Como lo estaba en BibliotecasVirtuales. Letrasentre amigos no es un refugio de náufragos, nadie tiene que venir “pornecesidad”. Es un foro que creamos —te recuerdo que eres cofundadora— sin másnormas que las de la amistad y el sentido común. Somos pocos, tiene una parteabierta pero no es un foro abierto, y lo planteé casi como un taller. No sólose cuelgan relatos y se comentan; a veces se trabaja durante semanas sobre untexto propuesto por algún miembro. Eso se hace en la parte más privada delforo, naturalmente. Por el momento estoymuy satisfecho. Tenemos hasta un “héroe” al estilo de El Zorro: El Gramático Justiziero, ja ja, que nossaca de cualquier duda lingüística. Como lleva antifaz nadie sabe quién es. Esel único “anónimo” del foro. Y como todo taller ha de tener un principio y unfinal, LEA tendrá una vida de dos años. Me gustaría que todo el que pase porallí en este tiempo lo recordara como un sitio donde se sintió a gusto y dondeaprendimos un poquito unos de otros. Si en mayo de 2013 nos apetece seguir conotro proyecto, lo haremos. Pero esta travesía acaba ahí.
―Prácticamenteya ha transcurrido el primer año, ¿no crees que dos años son muy poco tiempo?
―Hantranscurrido sólo cinco meses, Blanca. Creo que en dos años da tiempo parahacer muchas cosas y se producen cambios; es mejor replantearse la situación.Cuando llegue el momento, entre todos decidiremos qué hacer. Lo que no cambia,muere.
―¿Cuálesconsideras que son las cualidades que debe tener todo escritor?
―Se meocurren muchas cualidades pero, simplificando, ha de tener imaginación paracrear una buena historia y saber contarla bien. Eso requiere inteligencia y algode experiencia de la vida. No se puede hablar de lo que no se conoce. Elescritor tiene una mirada especial sobre lo que lo rodea. Además, hay quesentir esa vocación, claro. Y tener capacidad de trabajo.
―¿Crees queel talento se aprende?
―No seaprende, pero se descubre y se desarrolla, que es parecido. Muchos “talentos”quedan dormidos toda la vida porque no llegan a descubrirse. Creo que hay másgente con talento de lo que parece. Algunas cosas se aprenden a base de codos, como las listas de los reyesgodos, y otras se aprenden, o descubren, como si se encendiera una lucecitadentro del cerebro. Es un click. Lacostumbre de leer desde pequeño ayuda mucho.
―¿En quépiensas que consiste un escritor de éxito?
―Pues unamezcla de talento, trabajo y suerte. Y no necesariamente en ese orden deimportancia, pero han de estar presentes los tres. En la suerte incluyo la deconocer a las personas adecuadas. Eso también ayuda.
―¿Quépiensas de los best sellers?
―Puromarketing, mercadotecnia. Hoy día, una historia corriente puede ser un best seller o un capítulo más de unaserie de televisión. Eso lo deciden en los despachos. A veces ni siquiera lasideas son originales, sino refritos de antiguas novelas que pasaron sin pena nigloria. Los editores ya no buscan talento sino negocio. Tanto para la Democracia como para elsistema de mercado que llamamos Capitalismo es básico algo que se ha roto: laracionalidad del general de la gente. Así, hoy día, buenos escritores no puedenvivir de su obra y tienen que trabajar en otras cosas mientras algunos queapenas servirían para guionistas de televisión viven de ello a sus anchas. O unfutbolista de veinte años puede ganar en una temporada mucho más que el mejorneurocirujano en toda su vida. El Mundo está loco, como decía la viejapelícula, pero ahora de verdad.
―¿Crees quela escritura se ha prostituido?
―Laescritura ofrece placer a cambio de dinero, como otros muchos negocios. Peroeso siempre ha sido así. Es la lecturalo que ha perdido valor. De otro modo nadie podría dar gato por liebre a tantosmillones de personas.
―De losescritores actuales, ¿cuál es al que admiras?
―El primeroque me viene a la cabeza es Pérez Reverte, pero lo admiro más por sus columnasen prensa que por sus novelas. Gala, también,… No soy muy moderno en misgustos, como puedes ver. No sigo a ningún autor actual; leo novelitas sueltasque generalmente “están bien”, simplemente eso.
―Y tusescritores favoritos, los que te han marcado, ¿cuáles son?
―Ya sabesque Hermann Hesse es uno de los que más. Recomiendo especialmente “En elbalneario”. Y Julio Verne, pues lo primero que leí, aparte los tebeos, fue sucolección completa de novelas. Asimov, Poe, Dumas padre… muchos.
―¿Por quélas fábulas, Fernando? ¿Qué te llevó a ese género?
―Hace yamuchos años quise explicar una idea y se me ocurrió que en forma de fábulasería mucho más fácil. No tuve ninguna intención literaria, simplemente queríaexplicar algo. Las fábulas son un símil útil, como las parábolas del Evangelio.También creo que son fáciles de leer, de entender y de recordar. Me gustan.
―Elcontenido de tus cuentos tiene un mensaje implícito, ¿crees que toda literaturadebe dejar una enseñanza?
―La buenaLiteratura, sí. El escritor escribe porque tiene algo que decir. Más queenseñanza, algo que trascienda. Si está bien escrita es inevitable, incluso enuna novela de aventuras, por ejemplo. La mera humanidad de los personajes ya dejauna enseñanza.
―¿Quépiensas de la literatura «light»?
―Que es laadecuada para el lector “light”. El problema de “lo light” aparece en todos losniveles. Creo que entre la mentalidad del escritor y la del lector no puedehaber una diferencia demasiado grande. Si la hubiera, no podría haber comunicación.Quien quiera hacer algo para que lo consuman muchos millones de personas,necesariamente ha de hacer algo simple. Pero algo simple también puede sergrandioso. El problema no es que existaesta literatura “light”; siempre ha habido novelitas de quiosco que se hanvendido como rosquillas, y algunas no están mal. El problema es que ahora esamediocridad se presenta como “Gran Literatura” y, para muchos, cuela. Comparael Código da Vinci con El conde de Montecristo y verás lo quequiero decir.
―De tuscompañeros de foro quiénes son los que crees que han aprendido más de tusenseñanzas?
― Todosaprendemos de todos y no es a través de enseñanzas, sino compartiendo. Sialguien, como lector, es capaz de hacer llegar al autor una visión clara de loque ha captado en su lectura, eso es importante y útil. Recuerdo a Silas, a Forke, a Aureliano…,pero no porque aprendieran de mí sino porque me hubiera gustado aprender deellos. Rach3, de Silas, es lo mejor que he leído en cualquier foro. He visto aprender muy rápidamente a algunos. Ytambién a otros empecinarse en errores escandalosos. Antes dije que escribir estener una idea y explicarla bien. La idea suele ser trabajo exclusivo delautor; lo de explicarla bien es lo que más se puede trabajar en un foro otaller. El trabajo de pulir y repasar un texto consiste sobre todo en eliminarlo que sobra y poner precisión y orden. Tachar, ordenar, razonar. Y a veces hayque retocar un poco el enfoque.
―¿Algún díaescribirás una novela?
―Pues medais un poco de envidia por tanto como disfrutáis los que escribís novelas tanamenas y es algo que me gustaría hacer, ¡ojalá!, pero me siento incapaz deescribir cualquier cosa más larga que seis o siete folios. No lo sé, quizácuando tenga más tiempo; pero creo que no es lo mío. Yo soy lector, noescritor, aunque escriba algo de vez en cuando por mimetismo.
―¿Qué tipode novela te atrae? ¿Por qué?
―Cualquiernovela que me lleve a un “estado alfa” de lectura. Es decir, que me sumerja enella completamente, abstrayéndome de todo lo demás. Puede ser de cienciaficción, histórica, de aventuras, de suspense… Novela rosa, no. Creo que es elúnico género que no soporto. Me aburre muchísimo. Me interesa más cómo estáescrita una novela que el género al que pertenezca. Cuando lees, has de“tragar” la historia como un hilo de seda, sin nudos, sin arrugas, a lavelocidad adecuada para que no se rompa ni se creen vacíos que te saquen de lalectura… Por ejemplo, si el autor se entretiene demasiado en la descripción dealgo que no interesa, el pensamiento se va a otra cosa. Una novela lenta puedeser insufrible. Como repetir, o explicitar lo ya sabido, o las “muletillas” deautor… Se habla poco del tempo de lanarración y lo considero importante.―¿Quépiensas de las redes sociales? ¿Participas en alguna?
―Me resistídurante mucho tiempo; al fin, hace un par de meses, me inscribí en Facebook,aunque realmente apenas participo. Dan miedo las noticias que corren sobreellas. De vez en cuando, al entrar en Facebook me dice: “Puede que su cuenta nosea segura”, y para “verificar” me pide que identifique a las personas queaparecen en unas fotografías, que deben de estar en mi lista de amigos a losque no conozco. Eso no es normal. Parece la trama de una novela siniestra,¿verdad? O que escriba el número de mi tarjeta de crédito. ¡¡Que mi cuenta noserá segura hasta que les dé el número de mi tarjeta de crédito! Se les notamucho que están haciendo una enorme base de datos para venderla al mejorpostor, ve a saber con qué finalidad. No están los tiempos para fiarse de lasempresas. Prometo que no exagero, ysupongo que eso les sucede a otros usuarios. Son peligrosas, pero también sonun modo de comunicar con mucha gente. Hay que ir con pies de plomo. Lo dijeantes: el Mundo está loco y no se arreglará con seis fábulas, ni conseiscientas. Pero algo habría que hacer. Por ejemplo, yo tendría que habermeborrado de Facebook la primera vez que me sucedió lo que cuento más arriba.Sería lo razonable. ¿Por qué no lo hice? No lo sé. Quizá nos ponen en el aguaalgo que nos atonta… Prometo que lo haré en cuanto acabe esta entrevista.
―Tus librosestán a la venta en Amazon-Kindle y en 24symbols se pueden leer gratis, ¿tienesalguna sensación especial al saber que están al alcance de todos?
―Sensaciónespecial no, pues son sólo unas pocas fábulas y algunos relatos cortos, yademás ya han estado en los foros y en algunos sitios web, también al alcancede todos. La Fábulade la cebra Felipa, la primera que escribí, se publicó hace unos años en PuertoRico, dentro de un tratado de Lengua Española para uso escolar. Yo no lapromocioné de ninguna manera; la vio Ediciones Norma en la red y contactóconmigo. Eso sí me gustó especialmente. 24symbols me parece interesante. Amazon-Kindlepara mí no tiene ninguna relevancia. Quien quiera leerlos puede hacerlogratuitamente en 24symbols. No tengo ningún interés económico con estos doslibritos, que son muy breves. Sólo intento que quien los lea, especialmente lasfábulas, reciba como una pequeña sacudida, que se cuestione cosas que, poracostumbrado, ya ni ve. Nunca se sabe qué grano es el que hará virar labalanza. Ya sé que es mucha aspiración para tan poco autor y tan poco libro,pero es lo que hay.
―¿Quéconsejo darías a los escritores noveles que tienen tanta dificultad para seradmitidos por agentes y editoriales? ¿Crees que se deba a la crisis?
―No estoyintroducido en el mundo editorial, no podría dar consejos. Hasta hace poco unabuena novela podía ser publicada sin demasiados problemas. Ahora creo que esmucho más difícil pues bastantes editoriales han colgado el cartel de: “Noenvíen originales, está completo”. Y asíes imposible. Tal como están las cosas,si yo fuera escritor y quisiera darme a conocer me olvidaría de ganar dinerocon la primera novela. La pondría gratuitamente en circulación y la promocionaríapara que la leyera el mayor número posible de personas. Kindle o 24symbols sonadecuados para eso. Si la novela era buena, no dejaría de llamar la atención. Sini de ese modo conseguía darme a conocer, entonces quizá sería mejor olvidarsede publicar. Aunque siempre está el factor suerte, y lo inesperado… O losconcursos. En resumen, mi consejo sería que hagan caso a los consejos depersonas que han publicado, como tú. De todos modos tengo la impresión de queel libro de papel va a tener una muerte más rápida de lo que imaginamos. Nopuede competir con el libro electrónico por precio, disponibilidad, costes,distribución, y ya se sabe que hoy día manda el negocio. En muy pocos años lasediciones en papel volverán a serincunables. A los que se resistan al cambio los disuadirán los precios.
―Fernando,ha sido un verdadero placer conversar contigo, sabes que te estoy muyagradecida porque hiciste posible la publicación de mi novela «La búsqueda», pues gracias a tu infinita paciencia pudeconcluir la última revisión, estoy segura que no haber sido por ti, esa novelaseguiría descansando en un cajón de mi escritorio.
―Siempre teestaré agradecido por lo que disfruté larevisión conjunta de esa maravillosa novela, que de ningún modo seguiría en elcajón del escritorio porque es demasiado buena para eso. Ha sido un honorresponder a tus preguntas.
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