La relación de B con todo ha cambiado.
Tiene que ver con algo en su conciencia que se expresa en el uso de pronombres (primera y segunda persona) y en el reconocimiento de su nombre. Hace mucho sabe que nos referimos a ella cuando decimos "B" y había repetido la palabra alguna vez; pero ahora la dice con frecuencia, claramente identificándose y señalando pertenencia. Incluso, reconoce la palabra escrita: cómo dice y que es su nombre.
No fomentamos especialmente su alfabetización, pero ella elige, muchas veces, largos ratos, estar con sus libretas, revistas y libros. Ha llegado al crucial primer paso de la escritura (hacer trazos que "quieren decir" algo) y con ello siento que se revela más de quién es... por supuesto, la palabra fue "B".
Que elija le hace un lugar y nosotros contemplamos cómo lo ocupa. Con la ropa, varias veces la visto "sin consultarle", para volver a vestirla unos minutos después porque ha ido por lo que quiere ponerse. Entre todo lo que dice, brillan las palabras que abren camino a su voluntad, como "quiero".
Silvia Parque