Revista Talentos

Consejos

Publicado el 14 mayo 2015 por Sylvia
Un bebé es una especie de imán para los consejos. Hoy me he cortado el cabello, y la estilista me ha aconsejado ir dejando de darle de comer a la bebé por la noche, para que se acostumbre a que la noche es para dormir. A mí casi me suena a sacarla a dormir al patio. Mi niña pasa en brazos todo el tiempo que es humanamente posible, y tenemos la clara intención de hacer de ella una consentida. Ya he oído a las personas que piensan que es mejor que no se acostumbre a los brazos, que es mejor que no le haga mucho caso por la noche, y eso me parece sensato; no lo tomo, pero me parece bien: bueno para otros niños que no son mis hijos. ¿Pero dejarla pasar hambre? Una de mis tías me ha dicho que a sus hijos no los dejaba quedarse chupeteando la teta. Lo entiendo perfecto; yo amo que se quede chupeteando después de comer, que suelte la teta hasta que ella quiera y quedarnos juntitas, ella dormida de satisfacción. Si por falta de gusto o por lo que sea, la mamá retira al bebé apenas ha comido, pues bueno: ya ha comido. ¿Pero dejarle con hambre? ¿Para que nos deje dormir? Nunca.
Así, ayer vi a mi casero y me dijo que es mejor no cargarla mucho -lo que escucho y descarto- y que podríamos salir al parque cuando el clima está agradable, que no estuviera yo muy encerrada. Y caí en la cuenta de que he estado encerrada, no en la casa, sino en la recámara. Tiendo tanto al sedentarismo, que la cuarentena me queda a la medida. No se supone que ande de arriba para abajo, pero un poco de "afuera" es necesario para la salud mental. Hasta hoy por la mañana, había salido tres veces: una vez con mi doctora,  y dos veces con el médico de la niña; la última de esas veces, aproveché para ir al supermercado; salió muy bien porque usé uno de los carritos para discapacitados. Teniendo en mente el consejo de mi casero, y aprovechando los últimos días de mi abuela apoyándome, decidí ir hoy al dentista y a hacer unas compras. Cuando me cansé, nos detuvimos a recuperarnos en un café, lo que redondeó el paseo. Por si fuera poco, al regresar a la casa, me animé a dejar a la niña por primera vez, para ir a cortarme el cabello (tengo la estética enseguida). Al final, es bueno que la gente diga lo que considera atinado; mientras sea con respetito... por ejemplo, la estilista también me aconsejó usar perlas de éter antes de fajarme, para "sacar el aire" del vientre, y en eso sí le haré caso.
Silvia Parque

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