Muchas veces repetimos -de oídas- palabras que ya recibimos mal pronunciadas (vulgarismos) y esto hace que difundamos el error hasta el infinito y más allá… Yo misma -tan cuidadosa con el tema- me he sorprendido, en ocasiones, escribiendo y diciendo peor de lo que pensaba. Nunca es tarde para corregirse, y aquí traigo algunos ejemplos de los errores más comunes que se cometen en ortografía y dicción. La palabra correcta es la primera y la segunda, en cambio, la que solemos escuchar, decir o leer.
¡Tomemos buena nota!
VINISTE, no veniste.
TRASTORNO, no transtorno.
PREJUICIOS, no perjuicios.
IDIOSINCRASIA, no idiosincracia.
SARPULLIDO, no zarpullido.
ZARCILLO, no sarsillo.
ESPARADRAPO, no esparatrapo.
FORTÍSIMO, no fuertísimo.
CROQUETA, no cocreta, cocleta, concleta…
CALAMAR, no caramal.
A VER SI, no haber si.
TORTÍCOLIS, no tortículis.
LADEADO, no daleado.
HAYA, no haiga.
ESTO, no ésto.
A TI, no a tí.
GARAJE, no garage.
PALUSTRE, no palaustre.
PELANDUSCA, no pelandrusca.
MILHOJAS, no meloja.
ABORTO, no alborto.
CÓNYUGE, no cónyugue.
TIJERAS, no estijeras.
HEMOS/SOMOS/ESTAMOS, no habemos.
DENTÍFRICO, no dentrífico.
AVELLANA, no arvellana.
ALBÓNDIGA, no almóndiga.
SALCHICHA, no salsicha.
AUNQUE, no manque… ;-)