Sigue leyendo, manito, porque es muy muy probable que lo que aquí diga te sirva, aunque sea para mentarme la madre, si es que ya lo sabes todo; pero si algo te falta para escribir buenas historias, algo de lo que aquí digo te puede servir.
Consejos para escribir historias
1. Qué quieres contar
En principio, manito, debes saber qué quieres contar; quizá lo que te aconteció hoy en la escuela; o quizá las risas sin freno de esa pareja que voltearon a ver a ese hombre andrajoso que se aventó ese pedo muy cerquita de ti, y murmuraste ah pinche viejo. O chance quieras contar lo mal que te cae la mamá de tu esposa y, después, hasta imagines, cuando tu pareja no esté, como tomas, del costal, ese cuchillo filoso y vayas al sillón donde se mece esa mujer que tanto se entromete en tu vida... Ahí ya tienes una historia. Te fijaste que del odio, ¿o simple disgusto?, hacia una persona cercana podrías armar un relato.
En fín, te digo, debes saber que quieras contar y te sientes a escribir.
2. Busca una idea o imagen para disparar la imaginación
No sé por qué sigo con estos consejos para escribir historias, si como, he dicho al principio, quizá ahora tú sepas más que yo. Pero le sigo, no importa que mi a pobre jefecita, tan mayor ya, le pudieran zumbar los oídos cuando me la remientes. Le sigo, porque tal vez algo pudieras aprender de lo que cuento aquí.Qué no escribes porque no sabes de qué escribir; que porque las ideas te han abandonado, manito, y te has quedado seco; en ese caso, mira, hay un recurso muy socorrido que usan en los talleres literarios y escuelas de escritores, y tu lo sabes, pero por si acaso te lo recuerdo: a los aspirantes a escritores, los mairos (ja, usé un término en caló para referirme a maestros -por favor todavía no me mientes a mi jefecita, que doña Francisca se enojará, estoy seguro, manito-); decía que en esos lugares donde los muchachos buscan adquirir los secretos para escribir literatura, el maestro, muy orondo, muy acá, con su pose de lo-sé-todo-y-ustedes-nada, dice "miren les voy a dar una frase: 'zapatos viejos', y cada uno tiene que escribir un cuento o relato y ya, ya empiecen".Y creeme, es un buen recurso empezar a escribir un relato, partir de una frase que oigas, cuando las ideas se nos han echado a correr.También funciona empezar a construir un relato escrito a partir de una imagen, como ese limón que viste caer del árbol, ¿te acuerdas? O de cualquier otra imagen que te venga a la mente.
3. Escribe la historia en el momento preciso
Ahora, manito -cuánto te extraño pero por el momento sigo en estos consejos para escribir historias-, si ya tienes esa historia que quieres contar, cuéntala ya, aunque falten detalles, que estos se te ocurrirán cuando escribas. Te acuerdas de la historia que me contaste donde, en una parte de la misma, tus cuates se robaron a la novia y las cheves y botellas de vino, nomás porque no los invitaron al bodorrio. Esa es una buena historia. Mira que ahora me estoy riendo, recordando cuando contaste que allá iba la novia, el vestido blanquísimo, enseñando las pantorrillas, arriba de la espalda del Chuy. Esa una buena historia digna de contar, manito. Debes saber que no hay una fórmula, digamos infalible, para sentarse a escribir una historia. Y cada escritor tiene sus métodos. El Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, por ejemplo, confesó que el se sentaba a escribir ya cuando la mayor parte de los detalles de la historia los tenía bien claros en su mente; y tanto trabajaba en construir el relato de manera mental, que, por ejemplo, Cien años de soledad, la novela que lo lanzó a la fama, se sentó a escribirla luego de estarla pensando durante 19 años.Otros escritores proceden de manera totalmente diferente en la construcción de sus relatos. El cuentista latinoamericano Julio Cortázar se sentaba a escribir, sin saber de manera cabal el curso de la historia.En fin, con esto te digo, que cada quien debe descubrir el método propio para sentarse a escribir una historia.4. Se tú mismo en la escritura
Entre estos consejos para escribir historias que te digo, toma también en cuenta el siguiente: no debes tratar de copiar el estilo de ningún escritor, pues si lo haces, siempre serás la sombra de este. Nunca te llegará la luz.Por qué buscar hablar como alguien que no eres. Que en tus relatos esté tu personalidad, tu manera de ser. Que no te van a entender en España, por ejemplo. Y eso qué importa. Lo primordial es que te entiendan los de tu región. Que no te dé miedo hablar como lo haces. Mira que hay tienes dos grandes escritores, por nombrar algunos, el tepiteño Armando Ramírez y el necense Emiliano Pérez Cruz, quienes en sus relatos resaltan el lenguaje del barrio. No se autocensuraron. Checa sus libros. No tengas miedo, pues, al usar en tus relatos el lenguaje de tu región.Si vivieras en el medio campirano, pues hablarías como gente del medio rural.5. El lenguaje apropiado de tus personajes
Ligado a lo anterior está el lenguaje de los personajes. Su forma de hablar debe estar acorde a su nivel social o instrucción escolar. Nadie creerá que tus personajes son verosímiles si no hablan de acuerdo al bagaje cultural que poseen. Imagínate a un asaltante que se sube al microbús, pistola en mano, y dice: Por favor, ciudadanos, sean tan amables de darme sus carteras. Verdad que esa forma de hablar no encaja con ese ladrón. Y Chance, hasta abandonarías el texto, al notar a un personaje falso.6. Olvídate de las frase hechas, otro de los consejos para escribir historias
No recurras en tus historias a las frases hechas, esas que ya son muy trilladas y que de tanto usarse han perdido la efectividad que tuvieron. Ya olvídate de expresiones que en su momento causaron impacto pero ahora ya no, como las siguientes:- Había un frío glacial
- Estaba muerto de miedo
- Tenía talle de palmera
- Tarde triste
7. El comienzo de la historia
Un relato debe enganchar al lector desde el principio; este es otro de los consejos para escribir historias, que debes tener en cuenta. Una narración que no logre interesar al lector, tiene pocas posibilidades de ser leída de principio a fin. Para agarrar al lector y no soltarlo hasta que haya leído tu historia, debes buscar, por ejemplo, algo que logre sembrar la duda de lo qué hará el personaje; o debes deslizar con alguna frase lo que probablemente le ocurrió al personaje.Mira de nuevo ese cuento titulado "La breve vida feliz de Francis Mancomber", del gran literato Ernest Hemingway, y notarás que desde las primeras líneas ya logró interesar al lector:
Ya con eso enganchó al lector, quien querrá saber que es eso que ocurrió y los tres personajes simulan que nada había ocurrido."Era la hora del almuerzo y los tres estaban sentados, bajo el doble toldo verde, a la entrada de la tienda que usaban como comedor, intentando simular que nada había ocurrido".